Informe GEM

El emprendimiento andaluz sigue sin alcanzar los niveles de crecimiento requeridos

El coordinador del proyecto GUESS, José Ruiz Navarro, durante la presentación del informe GEM Andalucía
El coordinador del proyecto GUESS, José Ruiz Navarro, durante la presentación del informe GEM Andalucía
Redacción OC

Andalucía mejora en 2 aspectos, desciende en 6 y se mantiene en el resto. Es el balance negativo que arroja el último informe GEM sobre el fenómeno emprendedor regional. Un análisis pre-COVID que vuelve a poner de manifiesto el preocupante déficit que, pese alguna ligera mejora, se sigue arrastrando en esta materia . 

Andalucía sigue requiriendo un mayor impulso al movimiento emprendedor para abandonar la mitad baja del ranking que ocupa y situarse a niveles aceptables en la creación de empresas.

Esta es una de las principales conclusiones que arroja el informe GEM 2019-2020. Un nuevo análisis de la marcha y situación del emprendimiento andaluz preCOVID que muestra mejoría en algunos parámetros aunque en general sigan resultando insuficientes.

Así, del 6 por ciento de nuevos emprendedores de un total de 20% de la población andaluza en el que se centra el estudio, se observan datos positivos como el aumento hasta las 310.000 personas empeñadas en esta faceta, el incremento de vocaciones entre universitarios o su optimismo empresarial.

Frente a esto destaca en negativo la peor valoración para emprender en Andalucía, la escasa vocación internacional de las iniciativas o las mínimas expectativas de generación de empleo.

Otro indicador negativo es el bajo nivel de concentración de startups, solo del 9% nacional respecto al 54 de Madrid o el 15 de Cataluña. Un indicador más que en ámbito nacional muestra el enorme trecho que el emprendimiento andaluz tiene aún por superar. 

Como curiosidad el nuevo perfil medio de la persona emprendedora: mujer, de unos 42 años y con estudios universitarios en el 38 por ciento de los casos.

 

Por último, el informe concluye con recomendaciones como la exigencia de una política más determinada en este aspecto, con mayor colaboración con los agentes sociales y una firme apuesta por la educación y la universidad como claves para superar el déficit emprendedor de Andalucía.