Una galleta y una estampa para los más fieles de la casa

San Anton en Cádiz.jpg
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Mayte Huguet

La iglesia de Santo Domingo acogió la bendición de los animales por la festividad de San Antón

Agua bendita. Una galleta. Y una estampa de la Virgen del Rosario. El recuerdo del día en el que ese ser fiel e incondicional queda bendecido por Dios. Y en su día, el día de San Antón, o San Antonio Abad. El santo que con la ayuda de dos leones y otros muchos animales pudo enterrar a su discípulo, Pablo el Simple.
Una tradición que cada vez cobra más fuerza en Cádiz y que desde ya varios años promueve el prior del convento de Santo Domingo, el padre Pascual Saturio.
El sacerdote domimico se reviste, toma el hisopo y bendice a cada uno de estos animales con la misma ternura que lo hubiera hecho el santo o el propio San Francisco de Así, el gran defensor de los animales.
Tanto auge ha tomado la fiesta, que en el colegio Salesianos también han celebrado un acto de bendición dentro del colegio. Perros, gatos, pájaros, tortugas y peces pasaron por delante del sacerdote para que formarán parte de la familia cristiana.
Y el sábado también se hará lo propio en la iglesia de San Antonio. Su párroco, el padre Óscar González Esparragosa, celebrará el acto de bendición a partir de las 18 horas.