El salero jerezano se da la mano con el compás gaditano en la gala flamenca del arsa

El arte jerezano le hace un guiño a la gracia gaditana y el flamenco se deja mimar. Es lo que ha ocurrido este miércoles en el Baluarte de la Candelaria con una nueva edición de la gala del Arsa.
La cita con el flamenco jerezano se convierte ya en tradición estival y el Capullo de Jerez su mejor embajador. Su desparpajo y talento por rumbas rompieron al compás de la carcajada constante para acompañar al toque de otro grande: Diego del Morao. Su cuerda hizo las delicias de los allí presentes y demostró una vez más que el arte es el que toca y conquista.
Pero el arte jerezano es muy grande y tiene seductores para cada momento de cualquier velada. La revolución la puso el grupo Mushogitano con aires nuevos y jóvenes que invitan a descubrir sones que piden un salto generacional mientras beben de la fuente de origen. Al igual que la garganta de Jesús Méndez, que fue caramelo para embelesar al respetable y dejarle buen sabor de boca. El salero jerezano se da la mano con el compás gaditano y deja abiertas la puertas de la ciudad al hermanamiento flamenco.