Llamada desesperada de amigas al sur ante el cierre de sus cocinas
El comedor social del Cerro del Moro, que reparte comida a 130 personas sin recursos, se ha visto obligado a cesar su actividad por falta de medios
Fogones apagados y neveras vacías. Esa es la realidad a la que se enfrenta el mes de agosto Amigas al Sur. El comedor social del Cerro del Moro, que reparte comida a 130 personas sin recursos y da lotes de desayunos a más de 30 niños, ha tenido que cesar su actividad por falta de recursos. Desde el mes de abril no reciben ningún tipo de ayuda institucional y la cartera se resiente. Tanto que sólo cuentan con la solidaridad de algunos particulares, una ayuda que les permite dar algunos lotes de alimentos que no cubren la necesidad de sus demandantes.
La entidad sobrevive como puede mientras espera que llegue la subvención que han solicitado al Ayuntamiento. Una situación que se repite cada verano y contra la que su presidenta Pepa Fernández lucha.
A la espera de que la empatía entre por la puerta, Amigas al Sur continúa peleando por seguir su labor social en una de las zonas más castigadas por el desempleo de la ciudad.