Tina y lolo ayudan a mejorar la competencia lectora de los más pequeños
Los talleres de lecto-escritura asistidos con perros organizados por la Asociación Darwin se retomarán en las bibliotecas de la ciudad en septiembre. El programa denominado 'El Perro Leo' potencia la empatía, escritura, lectura y expresión oral de los niños
La emoción es imprescindible en la adquisición de conocimientos, un hecho teórico confirmado, y un campo en el que se está avanzando en la neuroeducación en los últimos años.
Un estado afectivo en el que se debe trabajar desde edades tempranas, y que desde la Asociación Darwin lo tenían claro. Una entidad que lleva trabajando unos cinco años en la terapia asistida con perros, y que ahora con 'El Perro Leo' se atreven con más actividades.
Ahora la red de bibliotecas municipales se suma a esta actividad pionera en Cádiz, y Tina y Lolo visitan la biblioteca Adolfo Suárez de extramuros cada miércoles en unos talleres de lecto-escritura asistida, que volverán a retomarse en el mes de septiembre.
Más allá de la mejora de las destrezas lectoras o la motivación a la lectura, se consigue incrementar la fluidez y el ritmo lector, unas cualidades que se amplían a otras esferas de la vida diaria de los niños y niñas, como sus habilidades sociales, promover la integración grupal, la autoestima y la comunicación verbal.
Los pequeños se encuentran en un entorno relajado, donde los animales son meros instrumentos, conductores de emociones. La dulzura de Tina y Lolo y su saber estar compromete a los niños a una conexión sensitiva con ellos, lo que favorece el aprendizaje y por supuesto, el conocimiento.
Tina y Lolo se convierten en tan solo un momento en los mejores amigos de las familias que asisten juntas a estas jornadas. La alegría que transmiten es contagiosa, y los niños y niñas se dejan contagiar. Las risas se convierten en la mejor herramienta para acercarse a la lectura y a la escritura.
No hay prisas en estos talleres, al igual que en otros tantos que imparte 'El Perro Leo' por toda la ciudad, cada participante tiene su proceso, y su espacio de aprendizaje. Los perros los esperan sin prisas, y por supuesto, libres de prejuicios con una mirada pura como ninguna otra.
Tina y Lolo son especiales, son perros de terapia. Recogidos en adopción, son todo amor y confianza. No son las únicas características que deben tener pero sí las principales. Se dejan tocar, saben jugar, no extrañan su casa, un proceso de aprendizaje que también han tenido que superar poco a poco.
Dos protagonistas de esta aventura que enamoran a todos los que disfrutan con ellos de estos talleres y por supuesto de la lectura. Y es que Tina y Lolo tienen mucho en común con los libros; los animales son leales, te dan cariño incondicional y pueden ser tus mejores compañeros en cualquier aventura.
Porque leer no debe ser un castigo, ni una imposición, debe ser un regalo que el niño recoja con la mayor de las alegrías, sabiendo que va a disfrutar y se va a emocionar, viviendo todas las aventuras de los más recónditos rincones del tiempo y del espacio. Unas historias que vividas al lado de un perro, como Tina y Lolo, son más fáciles de alcanzar, pero sobre todo, más emocionantes.