La plaza de españa se convierte en el mejor escenario para la clausura de cádiz es flamenco
El espectáculo original de Eduardo Guerrero cerraba una semana repleta de actividades entorno a este arte
Y por fin llegaba el fin de fiesta. Bajo la dirección artística de Eduardo Guerrero se presentaba un trabajo coral de artistas gaditanos con el recuerdo de los maestros. El bailaor, que en está ocasión no se subió al escenario al menos en el inicio, quiso bajo el nombre de 'Ayer, hoy y siempre' revisar la historia del flamenco de Cádiz, pero bajo una perspectiva de lo más viva. Para Eduardo Guerrero, este arte late con más pasión que nunca, y los jóvenes talentos tienen mucho que decir.
El espectáculo contó con la participación en el baile de otro de los gaditanos ahora en proyección como es Jesús Fernández, al cante Anabel Rivera, Pilar la Jineta, Samara Montañés, May Fernández, Miguel Rosendo y Emilio Florido; la guitarra de Juan José Alba y Javier Ibáñez, y, como artistas invitados, Carmen de la Jara, Juan Villar, Felipe Schapachini, Raúl Gávez, Rebujina y Joaquín Linera 'El niño de la Leo', además de contar con la colaboración de otros tantos artistas vinculados al flamenco gaditano.
Eduardo Guerrero cerraba así uno de los acontecimientos más demandados por los artistas y por el público gaditano, un festival de flamenco en Cádiz. Un acontecimiento, que gracias también a la colaboración de la Fundación Cajasol, que ha sumado artistas y calidad con su Estival flamenco, ha sido posible durante más de una semana.
Baile, cante y toque han sido protagonistas en unos días en los que se ha podido disfrutar del flamenco desde diferentes perspectivas y todas de gran calidad. La tradición de El Pele, los nuevos formatos como el sexteto de David Palomar, las nuevas corrientes en el baile de Manuel Liñán, o la irrupción de instrumentos como el violín de Paco Montalvo han sido algunas de las manifestaciones del flamenco más esperadas por los amantes de este arte en Cádiz.
Un primer movimiento hacia lo que podría establecerse como el Festival de Flamenco de Cádiz, algo que incomprensiblemente aún no había sido programado en la ciudad cuna del flamenco.