Salida procesional del cuadro que dio origen a la cofradía de afligidos en cádiz

Sobre una parihuela con aires neobarroco. En marcos que se superponen a modo de caja para asentar el cuadro fundacional de la cofradía de Afligidos que ya cumple 300 años.
Porque la hermandad surgió de una devoción que tenían los gaditanos de hace tres siglos a esta pintura de José Severino por encargo de Francisco de Mendoza quien mandó colgar esta obra, que representa la cuarta estación del Vía Crucis, en la antigua pared del convento de los Descalzos, hoy el edificio Andalucía en la plaza de la Libertad. Era el año 1719 y con este motivo se celebró una función para conmemorar la finalización de la pintura en la parroquia de Rosario.
Este domingo, y tres siglos después, se recordó aquella visita a la iglesia acompañado por sus hermanos, desde los más jóvenes hasta los más antiguos, y con familias que, por tradición, aman y veneran a Nuestro Padre Jesús de los Afligidos y María Santísima de los Desconsuelos.
Los hermanos portaban su cirio color morado en un camino en donde el sol se iba escondiendo a cada paso en el tercer domingo de Cuaresma.
El cortejo trasncurrió en silencio, que sólo se rompía con el sonido de las voces del Ensemble Stella Maris y la capilla musical Sonos Angeli. A las 19 horas llegaba el cuadro a la iglesia del Rosario sobre la parihuela dirigida por José Julio Reyeros, y que tuvo algún problema al entrar al templo debido a las dimensiones de las andas y la estrechez de la puerta.
Tras la misa conmemorativa, el cuadro regresó a su casa, a la iglesia de San Lorenzo, antigua calle de la Amargura, para seguir recordando, tres siglos después, cómo los gaditanos sintieron una amor especial por uno de los momentos más dolorosos de la Pasión, el encuentro de Jesús con María camino del Calvario.