Las hermandades y cofradías ya cuentan con nuevas normas diocesanas

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Mayte Huguet

El Obispado ha firmado el decreto para la modificación del estatuto base que cuenta con 25 nuevos artículos que afectan a la vida de las corporaciones y que estaba vigente desde 2003

Las nuevas normas diocesanas ya son una realidad. El obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, ha firmado el decreto que aprueba el cambio del estatuto base de las corporaciones que estaba vigente desde 2003. Una aprobación que surge después de meses de revisiones y propuestas de las cofradías y del Secretariado Diocesano para las hermandades.
En total se han realizado 25 modificaciones que afectan a la vida de las cofradías. entre ellas, desde ahora todas las hermandades que se creen tienen que inscribirse en el Registro de Entidades Religiosas, se incorpora la figura de agrupaciones parroquiales, previo a la fundación de una hermandad.
Desde ahora, las juntas de gobierno podrán tener un mínimo de 9 miembros y un máximo de 12, además, se incorpora que, a excepción del hermano mayor, una persona podrá pertenecer a dos juntas de gobierno, siempre que no sea de la misma tipología.
Por otra parte, si un miembro de la junta de gobierno dimite, no podrá ocupar cargo de gobierno en alguna cofradía durante 5 años. La nueva nueva norma obliga a las cofradías a establecer un régimen de infracciones y sanciones, y el procedimiento, para los hermanos.
En cuanto a los procesos electorales, el Consejo de Hermandades designará un representante durante este tiempo para que en las reuniones que tenga la junta de mesa se cumplan las normas. En este proceso, la hermandad decidirá si admite o no el voto por correo.
En cuanto a las normas que afectan a los cabildos, se incorpora la obligatoriedad de incluir ruegos y preguntas en las convocatorias de los cabildos ordinarios. En el caso que no se obtenga quorum, la nueva norma establece que se podrá celebrar cabildo informativo. Y en el caso de los cabildos extraordinarios, entre las causas de la convocatoria, deberá estar solicitado por dos terceras partes de la junta de gobierno.
La nueva norma diocesana también refuerza el papel del Secretariado Diocesano, como el cauce entre las hermandades y el Obispado, y también se refuerza el papel del director espiritual. Podrá suspender un cabildo o expulsar a un miembro.
También desaparece de las reglas internas de las cofradías cualquier mención a cuestiones estéticas, horario o itinerarios. Ahora los hermanamientos entre cofradías deben ser aprobados por el delegado diocesano, y si es de fuera de la Diócesis, por el propio obispo.
Y el último cambio se refiere a la documentación que debe mandar anualmente cada hermandad al Secretariado Diocesano, con el censo actualizado, programa de actividad y el inventario de biene e inmuebles, entre otros.