Cádiz, al fin, reconoce a su imaginero miguel láinez
El Ayuntamiento inaugura una calle con su nombre frente a la iglesia de Santa Cruz
La historia de las cofradías de Cádiz tras la Guerra Civil tiene nombre propio, el de Miguel Láinez Capote.
Un imaginero, sin apenas formación, que supo plasmar su devoción a Dios en madera.
De su gubia nació en 1936 el Medinaceli por encargo de la familia Campe.
Y a partir de ahí fueron surgiendo otras obras que se convirtieron en las imágenes titulares de Sanidad o Jesús Caído. También dolorosas como Buen Fin de la cofradía de Sentencia o Amor Hermoso. Conjuntos escultóricos como el de la cofradía del Perdón, y restauraciones como la del Señor de la Paz.
Y aunque tarde, ahora la ciudad le reconoce su valía dedicándole una calle junto a la plaza de Fary Félix, frente a la iglesia de Santa Cruz, donde se encuentra su obra más devocional, la del Señor Cautivo.
En el año 2014 la cofradía de Sanidad solicitud a la comisión de Nomenclator el dedicar una calle a Miguel Láinez.
Esta petición se denegó entonces, y en 2018 se volvió a retomar a través de una petición del Consejo de Hermandades y Cofradías y el pleno de hermanos mayores.
En marzo de éste año se aprobó dedicarle una calle y hasta ahora no se ha inaugurado el lugar donde Miguel Láinez será siempre eterno.