La diversificación del astillero de puerto real no ha sido el único cambio de rumbo que ha tomado la empresa

La reparación de cruceros en la factoría gaditana ofrece actualmente unas expectativas de carga de trabajo e inversiones que alcanzan incluso varios años
Astilleros ha vivido varias reconversiones, y este nuevo cambio de milenio no empezó del todo en positivo. Sin embargo, nuevas líneas estratégicas, y algún que otro obstáculo administrativo como la limitación de construcción naval en San Fernando, ha producido cambios en las vías de negocio.
La construcción de plataformas eólicas y sus componentes en Puerto Real, han venido de la mano del cambio de actividad de los astilleros de Cádiz de pasar de construcción a reparaciones, y concretamente del sector de los cruceros, uno de los más estables en la actualidad.
En Puerto Real a esta subestación hay que sumar los 20 upper jackets para un parque eólico, la plataforma flotante realizada conjuntamente con Ferrol, los bloques para las corbetas saudís que construye San Fernando y el apoyo a Cádiz en sus trabajos de reparación, Un estabilidad, quizás corta de tiempo, pero alta en miras.
Sindicatos aún así siguen mirando el futuro incierto, y exigen el cumplimiento de un Plan Estratégico, que además de nuevos mercados, abre la compañía a nuevas inversiones y sobre todo al rejuvenecimiento de la plantilla. El director de la planta ha confirmado estas expectativas, anunciando nuevas buenas en el área comercial.
Un actividad que si no frenética, algo constante, pero que sigue dejando en vilo a trabajadores y empresas auziliares que ven como el dique seco puertorrealeño, uno de los mayores de Europa, ha dejado por ahora de albergar buques.