Siglos de memoria en el archivo
Son los verdaderos guardianes de nuestra memoria, recopilan documentos de todas las épocas que nos hacen tener una verdadera idea, una idea objetiva de que cómo se vivía, qué se comía o incluso cómo se vestía en tiempos pasados
El archivo municipal de Cádiz acoge gran parte de estos documentos, venidos principalmente de la información producida por el propio Ayuntamiento y sus ciudadanos desde hace dos siglos.
Amen claro, de los documentos que han sido donados: desde aquellos producidos por la actividad comercial del siglo 19 o el legado del General Varela cedido por la familia hace ya años. Entre estos documentos independientes de la actividad municipal, se encuentra en el archivo gaditano el más antiguo de los que atesora, un privilegio de los Reyes Católicos que data de la época medieval. Una verdadera joya de la encuadernación.
Aunque no es el único ejemplar de gran valor histórico, en calidad de copia un documento de 1264 de Alfonso X, en el que se establecían privilegios fiscales para incentivar el comercio de la ciudad. También actas capitulares y otros documentos nobles pudieron salvarse de la mayor tragedia vivida por esta institución. El incendio producido por el ataque ingleses y holandeses en 1596 arrasó con todos los registros anteriores a esa época, excepto aquellos que por diferentes circunstancias no se encontraban en ese momento en el edificio.
Desde entonces el archivo no ha dejado de recopilar --menos en algunos momentos violentos de la historia más reciente-- los textos que se generan de la actividad administrativa del consistorio. Una relación entre ciudadanos y Ayuntamiento, que en su contemporaneidad tiene un valor simplemente burocrático pero que tras el paso de los años (y un estudio de los profesionales) se convertirán en textos históricos. Legajos principalmente que abren la puerta a los usos y costumbres de épocas pasadas, y que cada vez son más fidedignas, debido principalmente a la custodia profesional de estos textos.
Cuidados hasta el extremo, todos los documentos que alberga el archivo municipal --unas 9.000 cajas y 12.000 libros de archivos, 60.000 cajas más en custodia externa– se encuentran en el mejor estado para su consulta. Y aunque en este archivo municipal no se cuenta con un servicio de restauración, si se producen constante acciones de conservación.
Prevenir mejor que curar se podría decir. Algo en lo que ha incidido muy positivamente la digitalización. Desde hace poco más de 20 años el organismo municipal se encuentra inmerso en un proyecto titánico, en el que han colaborado otras instituciones como una universidad estadounidense, con el objetivo de preservar nuestro legado documental en formato digital. Una transformación que ya está evitando el deterioro de los originales, producidos por la lectura continuada de los usuarios.
Usuarios del archivo que principalmente son investigadores, pero también ciudadanos de a pie que quieren conocer un poco más su ciudad y su historia. Acceso libre a unos fondos que se encuentran perfectamente organizados y clasificados.
Y es que el archivo es una fuente de información fiable y necesaria, y de todas las épocas: desde las más ilustres de la ciudad, como el siglo 18; hasta épocas más oscuras, como el golpe de estado del 36 y sus consecuencias. La índole de las búsquedas cambia con el tiempo, así como los documentos que se solicitan. El archivo municipal cuenta con libros de actas, padrones de habitantes, libros de quintas y pruebas de hidalguía que ofrecen información de lo más valiosa.
Así mismo, el edificio de la calle Isabel la Católica atesora otros registros entre ellos una división de cartelería y planimetría, donde se encuentran cerca de 10.000 documentos, incluidas algunas de las colecciones del ilustrador Bernardino de Hoyos, incluso algunos originales.
Pero también el archivo cuenta con una biblioteca especializada. 3.600 fondos sobre Cádiz y archivística; una hemeroteca y folletos que alcanzan los 7.000 documentos, así como colecciones de audiovisuales. Pero con opción a su consulta pero sin servicio de préstamo.
Pero si hay unos documentos que se solicitan con asiduidad son aquellos relacionados con el carnaval. Una serie de textos que recuperan la memoria de la fiesta grande de la ciudad y que, gracias a un convenio con el Aula de Cultura del Carnaval se encuentra digitalizado, lo que ofrece muchas más posibilidades para los investigadores y curiosos.
Series, cajas, libros... un compendio de documentación real, que desde el nacimiento hasta los testamentos recogen toda la vida de la ciudad tal y como es en cada época de la historia.