Familias gaditanas recogen firmas para evitar el uso de petardos durante las fiestas

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Nacho Limón

En lo que algunos encuentran divertimento, otros sufren situaciones de pánico y tormento desconocidas para quienes lo provocan

La pirotecnia y el autismo sigue siendo un problema sin solución. Dentro del espectro autista, Asperger sobre todo y de distintos grados, tienen una especial sensibilidad a los estímulos sonoros. Los ruidos provocados por los petardos pueden desestabilizar, y llevar incluso a autolesionarse a quienes lo padecen.
Ahora que se acercan las fiestas navideñas, familias gaditanas han comenzado la recogida de firmas para evitar su uso, con el fin de entregarlas al Ayuntamiento y conseguir que se regule su uso y venta.
Un perjuicio que también sufren muchas mascotas, considerados un miembro más de la familia para la mayoría de sus responsables.  Encontramos el caso de Castle, un perro al que le estalló un petardo durante la festividad de Halloween, y que se ve obligado a recibir tratamiento desde entonces.
Exigen mano dura contra la venta ilegal, y una mayor presencia policial durante las noches más señaladas. Además, abogan por campañas de concienciación, especialmente entre los más jóvenes en los colegios e institutos.
Desde el Ayuntamiento recuerdan la ilegalidad de su uso, y piden que se busquen otras alternativas de diversión.
Entre los muchos de los deseos para estas fiestas, el respeto, puede resultar el mejor de los regalos.