Tras tres semanas, comienza a pesar los días de confinamiento

Tercera semana del estado de alarma y de un modo u otro comienzan a pesar estos días de confinamiento
Esta nueva situación provoca que estemos viviendo en una montaña rusa de emociones. Altibajos de sentimientos y sensaciones en las que hemos pasado desde el temor, la incertidumbre y las inquietudes iniciales a experimentar cierta angustia, desesperanza, cansancio o tristeza.
Pero tranquilos. Según nos dicen desde el colegio de psicología es normal.
Se trata de proceso adaptativo que aunque resulte incómodo y a veces duro es necesario.
Para mejorar nuestro estado anímico general una de las recomendaciones básicas es hablar, comunicarnos sin ser monotemáticos
Recomendable el comunicarnos como también estar bien informados, pero eso sí, por medios de garantías, evitando  bulos y mensajes alarmistas de redes sociales,  dedicando un tiempo razonable.
Y es que aunque parezca sorprendente, la buena administración de nuestro tiempo ahora es fundamental. Hay que programarse, y tener claro en nuestro día a día  el tiempo para ocupaciones, tareas o distracciones.
Nuestro tiempo y nuestras ocupaciones y también los de toda la familia, particularmente con niños y adolescentes. Y es que la rutina es uno de nuestros mejores aliados
Rodearse de buenos pensamientos, ilusionarse con planes de futuro, pensar que estos sacrificios tiene un por qué que los justifica y pese al aparente aislamiento sentirse parte de la solución. 
Para contribuir también a la salida de esta crisis los colegios de psicología de toda España se han puesto a disposición de las administraciones al tiempo que han iniciados servicios telefónicos de atención psicológica, particularmente a los profesionales que están más expuestos.