"la concienciación del alumnado es determinante para garantizar la seguridad"

El equipo directivo del IES Drago se enfrenta estos días previos al inicio de curso a un gran reto: garantizar y concienciar a su alumnado de la necesidad de respetar las medidas de seguridad e higiene frente a la COVID 19. Su director asegura que las clases en secundaria llegan a los 30 alumnos, y en el caso de Bachiller a 35, y que esta circunstancia provoca la necesidad de que los estudiantes controlen su comportamiento. Hernández puntualiza que es complicado mantener "los grupos burbuja" en este ciclo de la educación, aunque algunas asignaturas permitan el desdoble de clases y los pupitres sean individuales.
En cuanto a las medidas en las zonas comunes, dentro de su planificación, el centro ha trabajado en una salida escalonada, además de la señalización de pasillos y prohibición de uso de algunos espacios. No obstante, uno de sus mayores quebraderos de cabeza ha sido adaptar el horario del recreo. Hernández explica que ante la limitación de espacio que presenta el patio habrá algunos grupos que tendrán que salir a la calle, situación que provoca de nuevo que la responsabilidad sea un factor clave.
Destacar que desde el centro a partir del día 15 de septiembre, jornada de inicio de las clases, se va a trabajar en iniciativas que mejoren la comunicación y la concienciación con las familias y el alumnado. Su director subraya que espera que el instituto se convierta en un lugar donde mejorar la conciencia de los adolescentes, esa es su principal vocación en este arranque de curso marcado por la incertidumbre.