Autonomía Obrera y CGT denuncian deficiencias en las unidades de COVID del Hospital San Carlos
Las Secciones Sindicales de Autonomía Obrera y CGT del Hospital Puerta del Mar denuncian en un comunicado "las pésimas condiciones de trabajo y los graves defectos de asistencia que se vienen produciendo en la planta de pacientes Covid del hospital de San Carlos, una planta que se abrió hace poco más de un mes con 22 camas y que en la actualidad se encuentra completamente ocupada, en su gran mayoría por pacientes ancianos, notablemente frágiles, muy graves y con necesidades de atención física y emocional muy específicas".
Según resaltan ambos sindicatos en un comunicado, en primer lugar, que a todo el personal sanitario de la unidad se les ha impuesto el "lamentable turno de trabajo de 12 horas continuadas, un turno que, si bien es el común entre el personal de enfermería de todo el centro, presenta, sin duda, toda una serie de importantes inconvenientes, como son el cansancio, el estrés, y el riesgo de errores que ello conlleva, y que, en el caso concreto de las unidades covid, se ven notablemente agudizados por la tensión y fuerte carga de trabajo que sufre todo su personal".
En segundo lugar, y teniendo en cuenta que muchos de sus trabajadoras/es es personal de nueva contratación y sin apenas experiencia en la atención a pacientes afectados de Covid-19, "ha sido notoria la falta de un periodo previo de formación específica tanto en el uso de Epis, como en lo referente al tipo de cuidados y técnicas que deben practicarse a este tipo de pacientes. Dicha falta de experiencia y formación previas de una cierta parte de su personal viene agudizando de forma notable las dudas e inseguridad natural que la atención a pacientes Covid genera, lo que a su vez da lugar no sólo a notables problemas funcionales y asistenciales, sino también a un intensísimo sufrimiento psicológico por parte de muchas trabajadoras/es, con graves repercusiones en algunos casos".
En tercer lugar, "hemos detectado gravísimos defectos en el uso de los medios de protección, como es, por ejemplo, la práctica impuesta por los responsables del hospital de reutilizar las batas de plástico desechables que se emplean para entrar en las habitaciones; batas que, tras cada uso, en lugar de eliminarse en los contenedores de residuos biosanitarios, se cuelgan en el exterior de las habitaciones, se pulverizan in situ con la pretensión de “desinfectarlas”, y se vuelven a utilizar nuevamente en sucesivas actuaciones a lo largo de la jornada laboral.
Desde AO y CGT consideramos que esta práctica resulta absolutamente desaconsejable, ya que no garantiza en absoluto la plena desinfección de la ropa de protección y supone un riesgo gravísimo de fuente de contagio para el personal, tanto al propiciar la diseminación de microorganismos infecciosos fuera de las habitaciones, como al recolocárselas y entrar en contacto de nuevo con las batas “desinfectadas” con cada nuevo acto asistencial.
El uso de EPIs reutilizables debe eliminarse por completo, de forma que todos los materiales de protección utilizados se traten como residuos biosanitarios clase III y eliminados definitivamente como tales".
Finalmente, se ha detectado, según el comunicado, "una grave carencia de medios de atención en ocasiones básicos, como son, por ejemplo, los medios de sujeción que en ocasiones (y siempre en última instancia) deben utilizarse para mantener inmovilizados mecánicamente a pacientes con el fin de evitar autolesiones o posibilitar la aplicación de tratamientos. Esta práctica (habitual, por desgracia, en pacientes ancianos con alteración de conciencia) requiere, por su afectación grave a derechos básicos del paciente y de la persona, no sólo que se aplique siempre como último recurso y cuando la agitación no es controlable mediante medicamentos, sino también que su ejecución se lleve a cabo con dignidad y sin implicar nunca lesiones adicionales al paciente, lo que exige, entre otros requisitos formales, la utilización de cintas y correas plenamente homologadas (alargaderas, sujeciones acolchadas para muñecas y tobillos, cierres magnéticos, etc.)".
Las Secciones Sindicales de Autonomía Obrera y CGT reclaman, en primer lugar, una mejora urgente de las condiciones de trabajo del personal que atiende las unidades Covid en el Hospital de San Carlos, "en especial en lo tocante a la duración de la jornada de trabajo". También solicitan que todo el personal que se contrate por primera vez para la unidad (sin experiencia en pacientes covid) pueda disponer de una semana previa retribuida de preparación y formación en las medidas preventivas y tareas asistenciales que deban aplicarse en la unidad. Dicha actividad deberá tener en cuenta también la necesidad de formar al personal en aquellos aspectos básicos de atención al paciente anciano.
Otra de las reivindicaciones de los sindicatos consiste en que se desechen tras su uso todas las prendas de protección, eliminando así el proceso de desinfección y su posterior reutilización. Por otro lado, piden que se establezcan "con urgencia" estrategias y dispositivos de seguimiento y apoyo psicológico al personal de las unidades covid, por las duras condiciones en las que realizan su trabajo y la inevitable afectación emocional que ello provoca y que se dote a la unidad "de todos los medios necesarios para poder realizar de forma correcta las diferentes técnicas y procesos de atención que precisan sus pacientes", además de poner fin de inmediato "a los procedimientos de contención mecánica irregular y lesiva para los pacientes ancianos y frágiles".
Finalmente, los sindicatos exigen el cese inmediato de la Directora de Enfermería del Hospital Puerta del Mar y del Subdirector de Enfermería responsable del Hospital de San Carlos, a quienes consideran "responsables de que estén ocurriendo en aquel centro todas las graves deficiencias" que denuncian en el comunicado.