El adiós al uso de las mascarillas al aire libre se hace esperar

En mayo de 2020, el Gobierno central anunciaba la obligatoriedad de usar mascarillas, no sólo en espacios abiertos, sino también al aire libre. Ni distancia de seguridad ni núcleo familiar. Todos con mascarillas.

Más de un año después, el Gobierno central ha aprobado que se puede estar al aire libre, y manteniendo la distancia de seguridad, sin esta protección.

Sin embargo, a pesar de la llegada del tan ansiado día 26 de junio, el quitarse la mascarilla parece que se está haciendo de rogar.

La mayoría de los gaditanos han preferido seguir usándola, y dar su paseo el sábado con ella puesta. Ya casi por costumbre. Y también por prevención.
Y es que a pesar de que el ritmo de vacunación es rápido, aún no se ha conseguido la inmunidad del rebaño.

Eso sí, si nos quitamos la mascarilla al aire libre incumpliendo las directrices sobre la distancia de seguridad, nos arriesgamos a recibir una multa que asciende a 100 euros.

Por norma general, no se exigirá el uso de mascarilla en espacios exteriores en los que se pueda conservar la distancia de seguridad interpersonal, establecida en 1,5 metros, con aquellas personas no convivientes. De igual manera, aunque se den estas circunstancias pero se produzcan aglomeraciones sí habrá que llevarla puesta para protegernos.

Otro de los casos en los que no será obligatoria es para residentes de cualquier centro de mayores o con discapacidad en el que haya un porcentaje de vacunación de al menos el 80 % de los residentes, aunque trabajadores y visitas deberán aún seguir llevándola.

Para los trabajadores esenciales, como cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, no será necesaria siempre que su trabajo se desarrolle en las dependencias laborales y siguiendo la norma de que al menos el 80 % de los trabajadores estén vacunados. Si se cuenta con alguna afección o enfermedad que exima del uso de la mascarilla no deberán llevarla bajo ninguna circunstancia.