Esther Redolosi, psicóloga: "La pandemia ha acrecentado en los adolescentes la ansiedad, depresión y falta de motivación"

¿Cómo ha afectado a los adolescentes la covid-19 durante este año académico?
Les ha afectado bastante, han sido uno de los grupos de mayor riesgo a nivel de salud mental. Un aspecto fundamental del adolescente es que prácticamente todo gira en torno a su vida social y a una búsqueda constante de la “felicidad inmediata”: encuentros con los amigos en un salón recreativo, reuniones en un parque para hablar, compartir gustos y desahogarse con sus iguales, salir el fin de semana, participar en actividades extraescolares lúdicodeportivas con compañeros, posibles relaciones de pareja…
La pandemia de la Covid-19 y las medidas adoptadas para su mitigación, mayormente encaminadas al aislamiento social, modificaron de golpe sus hábitos sociales aflorando las vulnerabilidades en función de los entornos y afectando a la salud mental de niños y adolescentes, así como a sus familias.
¿Cuáles son los síntomas o trastornos que han aumentado en los adolescentes?
Un estudio realizado en España e Italia muestra los síntomas comunicados por las figuras parentales durante el confinamiento: sentimientos de soledad (31,3 %), nerviosismo (38 %), inquietud (38,8 %), irritabilidad (39 %) y dificultad de concentración el 76% de los jóvenes.
Otro estudio de UNICEF, de 2020, pone de manifiesto cómo un 27 % de adolescentes y jóvenes consultados tras el confinamiento sentía ansiedad, el 15 % depresión, el 46 % menos motivación para realizar actividades que normalmente disfrutaba y el 73 %, necesidad de pedir ayuda en relación con su bienestar físico y mental, aunque el 40 % no lo haya pedido.
¿Cómo les afectó la suspensión de las clases presenciales en marzo de 2020?
Otro aspecto, eso sí, apenas estudiado, es el efecto académico a medio plazo de la suspensión de clases presenciales en marzo de 2020, siendo sustituidas por clases virtuales en centros de secundaria con un bajo nivel de exigencia, especialmente por la eliminación de exámenes (aspecto necesario dada la situación). Durante el periodo de marzo a septiembre –medio año– el alumnado adolescente por primera vez en la historia ha tenido un nivel de esfuerzo cognitivo bajo o muy bajo.
Reanudadas las clases presenciales en el presente curso, el alumnado adolescente se ha enfrentado a unos aprendizajes propios del curso en el que está escolarizado y, en algunas materias, a otros añadidos para recuperar los no impartidos el curso pasado. Este esfuerzo intelectual, sumado a la falta de hábito de trabajo, y posibles problemas emocionales del confinamiento antes descritos, está generando en muchos adolescentes crisis de ansiedad ante el estudio y sentimientos de incapacidad para superar el curso.
¿Cómo podemos ayudar desde casa a nuestros adolescentes?
Es importante ayudar a nuestros adolescentes desde casa y desde los centros educativos. En casa cabe destacar dos medidas básicas:
-Permitir el contacto con sus amistades (encuentros virtuales o presenciales con las medidas de seguridad adecuadas).
-Establecer un dialogo sobre lo que está sucediendo y cómo lo están viviendo en el que verbalicen sus estados emocionales y quejas sobre la situación.
- Remarcar la necesidad de vigilar y potenciar los hábitos de un estilo de vida saludable: alimentación equilibrada y variada, la realización de deporte, el descanso adecuado y la práctica de la relajación, que colaborarán en una buena salud mental.
Estamos en épocas de los exámenes finales, ¿qué pautas le podemos dar?
1. No tener un plan B.
2. Autodiálogo positivo. Lo que te digas a ti mismo es clave.
3. Comunicación con la familia.
4. Recuerda estar en equilibrio.
¿Cómo ha afectado a los adolescentes la covid-19 durante este año académico?
Les ha afectado bastante, han sido uno de los grupos de mayor riesgo a nivel de salud mental. Un aspecto fundamental del adolescente es que prácticamente todo gira en torno a su vida social y a una búsqueda constante de la “felicidad inmediata”: encuentros con los amigos en un salón recreativo, reuniones en un parque para hablar, compartir gustos y desahogarse con sus iguales, salir el fin de semana, participar en actividades extraescolares lúdicodeportivas con compañeros, posibles relaciones de pareja…
La pandemia de la Covid-19 y las medidas adoptadas para su mitigación, mayormente encaminadas al aislamiento social, modificaron de golpe sus hábitos sociales aflorando las vulnerabilidades en función de los entornos y afectando a la salud mental de niños y adolescentes, así como a sus familias.
¿Cuáles son los síntomas o trastornos que han aumentado en los adolescentes?
Un estudio realizado en España e Italia muestra los síntomas comunicados por las figuras parentales durante el confinamiento: sentimientos de soledad (31,3 %), nerviosismo (38 %), inquietud (38,8 %), irritabilidad (39 %) y dificultad de concentración el 76% de los jóvenes.
Otro estudio de UNICEF, de 2020, pone de manifiesto cómo un 27 % de adolescentes y jóvenes consultados tras el confinamiento sentía ansiedad, el 15 % depresión, el 46 % menos motivación para realizar actividades que normalmente disfrutaba y el 73 %, necesidad de pedir ayuda en relación con su bienestar físico y mental, aunque el 40 % no lo haya pedido.
¿Cómo les afectó la suspensión de las clases presenciales en marzo de 2020?
Otro aspecto, eso sí, apenas estudiado, es el efecto académico a medio plazo de la suspensión de clases presenciales en marzo de 2020, siendo sustituidas por clases virtuales en centros de secundaria con un bajo nivel de exigencia, especialmente por la eliminación de exámenes (aspecto necesario dada la situación). Durante el periodo de marzo a septiembre –medio año– el alumnado adolescente por primera vez en la historia ha tenido un nivel de esfuerzo cognitivo bajo o muy bajo.
Reanudadas las clases presenciales en el presente curso, el alumnado adolescente se ha enfrentado a unos aprendizajes propios del curso en el que está escolarizado y, en algunas materias, a otros añadidos para recuperar los no impartidos el curso pasado. Este esfuerzo intelectual, sumado a la falta de hábito de trabajo, y posibles problemas emocionales del confinamiento antes descritos, está generando en muchos adolescentes crisis de ansiedad ante el estudio y sentimientos de incapacidad para superar el curso.
¿Cómo podemos ayudar desde casa a nuestros adolescentes?
Es importante ayudar a nuestros adolescentes desde casa y desde los centros educativos. En casa cabe destacar dos medidas básicas:
-Permitir el contacto con sus amistades (encuentros virtuales o presenciales con las medidas de seguridad adecuadas).
-Establecer un dialogo sobre lo que está sucediendo y cómo lo están viviendo en el que verbalicen sus estados emocionales y quejas sobre la situación.
- Remarcar la necesidad de vigilar y potenciar los hábitos de un estilo de vida saludable: alimentación equilibrada y variada, la realización de deporte, el descanso adecuado y la práctica de la relajación, que colaborarán en una buena salud mental.
Estamos en épocas de los exámenes finales, ¿qué pautas le podemos dar?
1. No tener un plan B.
2. Autodiálogo positivo. Lo que te digas a ti mismo es clave.
3. Comunicación con la familia.
4. Recuerda estar en equilibrio.