Antonio Jiménez y la recuperación de la memoria de los maestros salineros
Dice que tiene la piel curtida en cloruro sódico. Una piel que parece tratada con las mejores cremas. Antonio Jiménez, maestro salinero, se viste con camisa blanca de manga larga, gafas de sol y gorro, para salir a navegar y enseñarnos las partes, los caños, los molinos, las casas salineras, en definitiva, la memoria de uno de los lugares más bellos y antiguos de nuestra tierra: las salinas de San Fernando.
Con ocho años ya trabajaba ayudando a la familia en las lides salineras. Sus ancestros también lo hicieron. Un trabajo muy digno y que le hacía muy feliz. Así muestra, orgulloso, las fotos de su legado familiar y hace alarde de la importancia de las mujeres en el trabajo de salinero: “sin ellas, nada de esto hubiera sido posible”.
De hecho, Antonio Jiménez ha sido y es pieza clave para la recuperación de la memoria de los maestros y de aquella que quiere traer al presente la historia, el legado y poner valor a la riqueza ambiental , social y turística de las salinas de la provincia de Cádiz. Tanto es así que muchas de las instituciones que están en ello gozan de material gracias a personas como él. Así la exposición ‘Memoria de las salinas del Parque Natural Bahía de Cádiz’ o libros editados por la UCA como ‘Maestros de la sal’.
Personas como Antonio tienen tanto que aportar para la recuperación del patrimonio medioambiental de las salinas que se torna urgente ponerlos en valor y reflexionar sobre qué significaría recuperar la memoria salinera como identidad del pueblo gaditano.