El 34% de los hogares andaluces son infraviviendas.
Una situación que afecta directamente a la salud y la educación de niños y niñas según ha denunciado la ONG Save The Children
Crecer en una infravivienda o una vivienda inadecuada tiene un impacto directo en la educación de los niños y niñas y en su salud física y mental.
El 34% de los hogares andaluces se encuentra en esa situación. El 20% de las casas en las que viven niños y niñas y adolescentes tienen sobre carga financiera suponiendo la insostenibilidad económica de su mantenimiento o situaciones de impago y desahucio. Esta situación se da cuando las familias tienen que destinar al menos el 30% de sus ingresos al pago de la vivienda y servicios básicos.
Son datos reflejados en un estudio realizado por Save The Children con el título “Aquí no hay quien viva: un análisis de las dificultades de las familias para pagar la vivienda en Andalucía”.
Según constata la organización, la infancia andaluza y sus familias, en el porcentaje señalado, debe hacer frente, además de a la infravivienda, a otros problemas que hacen de las casas un lugar inadecuado para el desarrollo de niños y niñas, por la falta de infraestructuras básicas, el hacinamiento, un entorno degradado, la insalubridad de la propia vivienda y el chabolismo.
Save The Children ha ejemplificado la situación con el testimonio de Manuela, una madre sevillana y divorciada de 45 años.
Según esta organización no gubernamental, el actual contexto del mercado de la vivienda podría devolver a muchas familias a situaciones de riesgo, a pesar de las medidas adoptadas con la pandemia, como las moratorias del pago de alquiler e hipotecas, la garantía de suministro o la prohibición de desahucios.
Save The Children estima que entre el 70 y el 80% de los desahucios afectan a familias con niños, niñas y adolescentes, en base a los datos ofrecidos por Naciones Unidas.
Las cifras que maneja la ONG señalan que sólo durante 2022, se produjeron en Andalucía 6.252 desahucios.
Para mejorar esta situación Save The Children propone maximizar el acceso a las ayudas a la vivienda para familias en situación de vulnerabilidad, una estrategia de erradicación de asentamientos y chabolismo, reforzar la protección antidesahucios en presencia de niños y niñas, garantizar e impulsar el uso social de la vivienda, mantener y rehabilitar el parque de vivienda pública y mejorar el alcance y acceso a ayudas a la rehabilitación. Además, la mejora de la colaboración público-privada en clave de la mayor inclusión en la vivienda.