La capilla de la Ciudad en la iglesia de San Juan de Dios descubre un altar oculto tras el retablo de madera
La empresa de restauraciones Ars Nova está realizando los trabajos que finalizarán en un mes y medio
El patrimonio cuenta la historia de la ciudad. Sus cambios y su evolución. Y de ahí la importancia de las restauraciones e investigaciones que se hacen tanto al patrimonio laico pero, especialmente, al religioso. Y es que los templos o las imágenes sagradas cuentan, sin saberlo, cómo era la ciudad, quiénes habitaban en ella, su importancia o el origen de algo.
Eso ha sucedido con la restauración de la capilla del Señor de la Columna, obra de Francisco de Villegas, en la iglesia de San Juan de Dios. O la capilla de la Ciudad, como también se la conoce, al haber tenido un acceso directo desde el Ayuntamiento de Cádiz a este espacio de oración, y conservarse aún desde el despacho de la Alcaldía, este camino que ha llevado a los alcaldes y alcaldesas de la ciudad al templo sin necesidad de entrar por la calle.,
La hermandad de la Santa Caridad, propietaria del templo, solicitó las ayudas de la Junta de Andalucía para poder rehabilitar esta capilla. Tras su aprobación, la empresa Ars Nova lleva trabajando meses para devolverle todo su esplendor.
Una obra que, en principio, se había solicitado para restaurar las capillas laterales del retablo, que habían cedido.
Sin embargo, cuando se ha desmontado el retablo, tanto Ars Nova como la hermandad de la Santa Caridad se han llevado una grata sorpresa.
En el arco del retablo han aparecido unas pinturas que parecen ser las originales del retablo. Unos angelotes que cargan las armas de la Pasión de Cristo, siendo la más clara la corona de espinas.
Unas pinturas que, según las investigaciones de los restauradores, son del siglo XVII, del mismo tiempo del retablo.
De ahí que se haya concluído que esta capilla, en su origen, no pertenecía a la iglesia de San Juan de Dios, sino que se anexionó más tarde, junto a la capilla de San Miguel, lo que provocó que se levantase el templo que hoy conocemos.
Así, estaba el Hospital de la Misericordia y la ermita, y, además, dos capillas, la de San Pedro y la de San Miguel, que tuvieron que cederse en el tiemplo que San Juan de Dios fue proclamado Santo, ya que las crónicas cuentan que se celebró una gran procesión entonces que partía desde el templo.
Por otra parte, en esta restauración se ha visto las dos puertas de acceso al Ayuntamiento de Cádiz. Unas puertas que cuentan con el escudo de la ciudad en el centro y que se abrían desde el Consistorio, no desde la iglesia, y que tenían una cerradura y dos cerrojos pasantes.
Ahora se ha cambiado la apertura de la puertas, se están recuperando, y se ha hecho un pequeño almacén tras el retablo.
Por otra parte, al quitar el retablo se ha visto que, en la forma original, parece que pudiese haber un cuadro en el centro del altar, muy posiblemente dedicado a la Virgen de la Misericordia.
Asimismo, en la limpieza del altar, al quitar la pintura se ha descubierto una decoración floreada propia del barroco gaditano.
Los trabajos de restauración finalizará, aproximadamente, en un mes y medio, pero no afectan al retablo de San Pedro, del que también se divisa que tiene pinturas en los muros.