El recuerdo eterno a Manolo Santander en una plaza en su barrio de La Viña
El Ayuntamiento ha descubierto una placa que renombra la plaza de la Reina por el nombre del conocido chirigotero que compuso el oficioso himno del Cádiz Club de Fútbol
Banderas amarillas y azules.
Vecinos del barrio, de los de siempre.
Curiosos.
Aficionados al Carnaval.
Y, por supuesto su familia, con Meli, su viuda, a la cabeza, y su chirigota.
Nadie quería faltar a este enésimo homenaje que se le realiza al malogrado chirigotero Manolo Santander.
Pero esta vez un homenaje con nombre y apellido. El que él ha dejado desde hoy a una conocida plaza de su barrio, del de La Viña.
La plaza de la Reina, a la que se asoman los alumnos de La Salle. La que sirve de salida de la plaza Pinto. La que es un mar abierto junto al Manteca, y la que cada Semana Santa ve llevarse el paso del Cristo de la Misericordia y la Virgen de las Penas hasta la iglesia de La Palma.
Esa, la que tantos carnavales ha vivido pasa a tener hoy nombre de uno de los carnavaleros contemporáneos más conocidos, y desconocidos.
El nombre de Manolo Santander.
Y es que el Ayuntamiento ha querido así rendir un homenaje a este chirigotero que tan pronto se fue, pero que tantas grandes letras de Carnaval nos dejó, como el himno oficioso del Cádiz Club de Futbol.
Un acto de inauguración al que asistió la viuda de Manolo Santander, Meli Grosso, sus hijos, Manolo y Palmira, y la chirigota y amigos de Manolo Santander.
Un descubrimiento que se hizo junto al alcalde en funciones, José María González, acompañado de la concejala Lola Cazalilla y Rocío Saez.
Tampoco no quisieron faltar a la cita Maite González, Carlos Lucero, Vicente Sánchez o Carlos Sanchez Maira por el PP; Óscar Torres y Natalia Álvarez por el PSOE, y Lucrecia Valverde y Carmen Fidalgo por Ciudadanos.
Y es que para muchos de ellas será, junto al Corpus, el último acto oficial que se celebre hasta el 17 de junio.
Todos alrededor de esta figura que ya es historia de Carnaval.
Una fuerte ovación cuando quedó descubierta la placa y comenzaron las primeras coplas, una inédita, dedicada a Manolo Santander y a su plaza en La Viña, cantada con su grupo.
Y el resto, de la antología del autor de Carnaval que animó al público presente que aguantó el calor.
