La magia de las redes reviven a un comercio de lencería

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Una clienta en Azahar Lencería
Mayte Huguet

Un llamamiento a través de twitter de Azahar Lencería promociona su comercio en pocas horas 

Las multinacionales y las tiendas online a bajo precio están hiriendo de muerte al pequeño comercio.

Tiendas que forman parte de la historia de la propia ciudad, como Azahar Lencería, en la calle Rosario. En marzo de 2024 cumplirá 25 años, aunque con las dudas que si seguirá abierto. Su propietaria, Luisa González, se está planteando el cese de la actividad por la falta de ventas.

Y es que los grandes le siguen comiendo el terreno a lo más pequeños.

Su hija Marina, consciente de la situación, ha querido ayudar a su madre, y sin su permiso.

Las redes sociales, en este caso Twitter, hizo la magia, y tras contar la situación por la que estaba pasando Luisa la respuesta no se ha hecho esperar. De nuevo han llegado los clientes a esta tienda de lencería y han aumentado los pedidos on line en 24 horas.

Lo que le ha sucedido a Azahar Lencería es solo una gota más en el vaso de los autónomos gaditanos que cada día tienen que subir la bajara a la espera de hacer una venta, mientras que tienen que seguir pagando impuestos, luz, agua y, por supuesto, el género que venden.

Y mientras, las grandes firmas y los comercios low cost de internet continúan haciendo su agosto.


 

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