Evolución

Las arterias comerciales de la ciudad se adaptan a los tiempos

La calle Ancha en una imagen de la segunda mitad del siglo XX
La calle Ancha en una imagen de la segunda mitad del siglo XX
Mayte Huguet

La calle Ancha, referente comercial de la ciudad durante finales del siglo XIX y el siglo XX, tras un declive, se ha reconvertido en un espacio peatonal dedicado a la hostelería y restauración, mientras la calle Columela mantiene su reinado, aunque ahora la tendencia también ha llevado el comercio a San Francisco y Nueva.

El paso del tiempo no solo afecta a las personas ni a los edificios. Los hábitos también cambian. No solo los de vida, sino los sociales y Cádiz, con el paso del tiempo, ha cambiado, entre muchas cosas, sus hábitos comerciales.

A finales del siglo XIX pero, principalmente, en el siglo XX, la columna vertebral de la ciudad se encontraba en la calle Ancha.

El siglo, Periñán, el Palacio de la Moda, Alfa, La Camelia, Galerías Preciados, Tandem o Tous han formado parte de esta historia.

Pero la historia cambió, y, por diferentes motivos, comenzaron a cerrar locales, iniciando la calle Ancha en el siglo XXI en un evidente declive comercial, pero, desde hace un lustro, la historia ha cambiado para Ancha y, al igual que le ha sucedido a la calle Plocia, se ha convertido en un referente en la hostelería.

La ciudad, que había perdido esas grandes pastelerías, ha tomado de referencia esta calle para tomar un café, un trozo de pastel o, simplemente, echar la tarde en cualquiera de sus terrazas, un cambio comercial que ha resucitado a Ancha.

Por otro lado, el comercio se ha seguido manteniendo en la calle Columela, aunque con sus altos y bajos. Y es que hay que recordar que hace poco más de dos meses, estaban cerrados más de un tercio de los locales comerciales.

Pero la llegada de varias franquicias ha recuperado esta calle genuinamente comercial, a la que se le suma ahora la calle Compañía y la calle San Francisco, pero hasta la calle Nueva.

Nuevas tendencias comerciales que marcan los hábitos de los ciudadanos y visitantes cada día pero que mantienen vivo uno de los principales atractivos de la Cádiz, un centro comercial donde el techo es el cielo de la ciudad más antigua de Occidente.

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