Sostenibilidad industrial

Zona Franca medirá su emisión de gases para compensarla con estrategias de carbono azul

El Consorcio apuesta por crear en sus instalaciones un espacio productivo sostenible.
El Consorcio apuesta por crear en sus instalaciones un espacio productivo sostenible.
Mayte Huguet

Así evaluará la huella de carbono en sus dos millones de metros cuadrados de sus dimensiones en la provincia para convertirlo en un espacio productivo más sostenible. Aquella que no se pueda reducir se compensará con la regeneración de zonas forestales, del frente litoral, y de las salinas y esteros

Un escape del aire acondicionado, la emisión de gases de los vehículos o el consumo excesivo de electricidad producen, a diario una contaminación que queda guardada en una huella de carbono.

La Zona Franca de Cádiz quiere reducir, o casi eliminar, este vestigio de sus instalaciones y hacer del Consorcio un espacio productivo sostenible.

Para conseguir éste objetivo éste organismo estatal ha presentado un proyecto de eliminación de huella de carbono que ejecutará la empresa Tragsa.

En los próximos nueve meses, y con un coste de 181.000 euros, esta empresa realizará un análisis de los 2 millones de metros cuadrados de las instalaciones que Zona Franca tiene por la provincia. Tras la validación y el registro de la huella de carbono, se realizará un proyecto para la eliminación de esta contaminación. Y aquellas que no se puedan eliminar, el Consorcio lo revertirá en acciones renovables, como la reforestación, aunque el principal objetivo es la regeneración del frente litoral y de las láminas de agua de salinas y esteros.

Actualmente el Consorcio ya está llevando a cabo acciones para eliminar esta huella, como la inversión de 2 millones de euros para la instalación de 7.000 placas solares que permitirá el autoabastecimiento de sus instalaciones.

Tragsa, a través de su empresa Tragsatec, apuesta por que las empresas que tienen sus centros de producción en Zona Franca se unan a esta iniciativa de eliminar la huella de carbono.

Desde la Zona Franca creen que este proyecto pionero es positivo, no solo para el Consorcio, sino para las empresas que alberga, ya que sus productos, gracias a este certificado, tendrán un distintivo de calidad.