La salida extraordinaria de la Sagrada Cena ha marcado un intenso fin de semana para las cofradías de Cádiz
Un fin de semana donde se ha conmemorado el Año de la Eucaristía coincidiendo con la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz y ha culminado con la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores.
La Diócesis de Cádiz continúa celebrando el Año de la Eucaristía. Y este sábado ha contado con el acto más participativo desde su inicio el pasado mes de enero. La celebración de la misa Pontifical en la Catedral de Cádiz y la salida extraordinaria del misterio de la hermandad de la Sagrada Cena.
Un conjunto escultórico que representa su instauración, la conversión del pan y el vino, en el cuerpo y la sangre de Señor.
Tras presidir la imagen de Jesús del Milagro la misa de la mañana, a las 20.30 horas, el titular de la corporación salía en su paso procesional junto a los Doce Apóstoles.
Un paso que, al fin, procesionaba con el canasto dorado completo. La imagen lucía la túnica y el mantolín bordado cedido por la hermandad de la Sagrada Cena de Sevilla.
Y el apostolado, a excepción de Judas Iscariote, también lucía túnicas y mantolines bordados o enriquecidos para esta ocasión excepcional.
Acompañada por la agrupación musical Polillas, la hermandad estuvo tres horas y media en la calle, entrando en la iglesia de Santo Domingo casi a las 12 de la noche.
El viernes, durante el traslado del Señor a la Catedral de Cádiz, se produjo un encuentro con la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, titular de la cofradía del Nazareno.
La corporación celebraba la festividad de la Virgen de éste domingo, junto a otras hermandades como Servitas, Vera Cruz o Caminito.
A estos actos se ha sumado la conmemoración de la festividad del Dulce Nombre de María que, entre otras, ha estado expuesta en besamano la imagen de María Santísima de las Lágrimas de Columnas en un altar donde se exponía, por primera vez, la Cruz de Guía más antigua de Cádiz.