Vivir con un pie en la calle
Uno de los vecinos de las casa cuartel de Fernández Ladreda pide amparo ante la ejecución de desahucio que pesa sobre la vivienda donde reside. Asegura que del grupo de familias de policías jubilados que tenían la orden de lanzamiento, sólo la suya tendrá que dejar el domicilio donde reside
Una solución ante una situación de desamparo. Es lo que pide José María Merino, vecino del número 1 de la casa cuartel de Fernández Ladreda, ante la última notificación del juzgado de ejecución de desahucio. Este pasado día 2 de septiembre ha recibido el aviso de la División Técnica de la Policía de Madrid para que abandone su domicilio, ya que la orden de actuación es inminente y contempla la autorización de entrada en vivienda.
Este vecino asegura que está solo en la lucha por conservar su hogar, el resto , antiguos policías jubilados a los que el Ministerio del Interior reclama sus llaves por ser “bien de dominio público” han conseguido por otras vías frenar la obligación de abandonar sus domicilios cedidos por el Cuerpo en los años 60 y que fueron reclamados por primera vez en abril de 2019. Acusa al abogado que ha llevado el caso como culpable de la situación, ya que sólo ha presentado recurso ante Tribunal Supremo para dos de las tres familias que representaba.
El afectado, hijo de uno de los policías jubilados ya fallecido, reconoce que no le pertenece la titularidad de la vivienda, que es estatal, pero que lleva más de 50 años residiendo en ella y que no tiene medios económicos.
José María Merino pide amparo a las administraciones con el argumento de que una viuda de los agentes jubilados ha conseguido que el Tribunal Supremo permita que permanezca en el edificio hasta su fallecimiento tras presentar recurso, por lo que no entiende el interés porque sólo él abandone este pabellón propiedad de la Policía Nacional.
