Cuidado con la secta del Carnaval
La chirigota del Bizcocho ‘Los hermanos del buen fin’, la agrupación mas destacada de la sesión de este viernes
La novena sesión de preliminares abre el segundo fin de semana de concurso. La chirigota del Bizcocho vuelve un año más desde San José de la Rinconada con la chirigota ‘Los hermanos del buen fin’. Una secta apocalíptica que llega como cabeza de sesión y que cala con su mensaje crítico. El repertorio juega, a modo de espejo, a parodiar todo lo que representan.
En los pasodobles realizan un paralelismo de la secta con la realidad actual y la sociedad del ‘Me gusta’, en el primero; y una crítica a la clase política, en el segundo. Ambos pasodobles rematados con la sentencia “Eso sí que es una secta”. Algo que parece que pueda ser común al resto del repertorio.
La primera agrupación en actuar ha sido el coro de Cádiz ‘El grimorio’. Unos hechiceros que han criticado desde sus tangos la inversión realizada en el pasado Cádiz Fenicia y la contratación de empresas de fuera de Cádiz para llevarlo a cabo y la falta de cumplimiento de las promesas electorales con la ciudad teniendo la lucha del pueblo como remedio.
La comparsa de Marta Ortiz, otra de las agrupaciones más esperadas de la noche, plantea una situación de frontera. Con el nombre de ‘La valla’ representan a mujeres porteadoras. En los pasodobles defienden la vuelta al Falla de la copla feminista y recuerdan lo bonito del año que han pasado pese a las críticas y malos rollos.
El cuarteto ‘O.N.G.(Organización No Gaditana) Cuartetos sin fronteras’ ha llegado desde Alcázar de San Juan. Un grupo que venía con muy buenas intenciones, las de recuperar los grandes cuartetos de la historia pero que ha terminado con dificultad el repertorio con un público que pensaba más en la siguiente agrupación.
Además, ha cantado la comparsa ‘El gran comandante’ de Granada y la comparsa de Cádiz ‘Las Carmelas’. Unas madres a la antigua usanza que han visto cumplido el sueño de volver a cantar en el Falla un año más y ha señalado a los propios gaditanos como culpables de la ambición que se apodera del concurso, en segundo pasodoble.
