Instituto de Medicina Legal reconoce error en la entrega de dos cadáveres, uno incinerado indebidamente

Uno de los cuerpo correspondía a un hombre natural de Málaga que fue incinerado indebidamente cuando la voluntad de sus allegados era ser enterrado.
El Instituto de Medicina Legal de Cádiz ha reconocido un "incumplimiento" en el protocolo de identidad de entrega de dos cuerpos que fueron confundidos por error, a pesar de ser de distinto sexo, y entregados a familiares opuestos en octubre de 2024, resultando que uno de ellos, el hombre natural de Málaga, fuera incinerado indebidamente cuando la voluntad de sus allegados era ser enterrado.
En las conclusiones del informe del IML, al que ha tenido acceso Europa Press, se detalla que el error se dio "tanto en la actuación del técnico en anatomía patológica como en el operario de la funeraria" que debía trasladar el cuerpo, y que esto "ha conducido a la comisión de error con entrega de cadáver distinto del cuerpo", derivando en que el crematorio de Barbate incinerara el cadáver que no debía.
El incidente se produjo en octubre de 2024 tras el fallecimiento de un hombre malagueño en El Puerto de Santa María (Cádiz), cuyo cuerpo fue trasladado al IML de Cádiz para practicarle la autopsia en el Servicio de Patología Forense. Así, este organismo admite en su informe que el cuerpo de esta persona se entregó "por error" a la funeraria de otra familia procedente de Barbate, debido a una "confusión de su identidad por un técnico en anatomía patológica" que presta sus servicios profesionales en el citado servicio.
Esta confusión llevó a la incineración del hombre, siendo velado por otra familia en un tanatorio de Barbate y "contraviniendo los deseos expresos del difunto y su familia, quienes habían organizado su entierro y no deseaba ser incinerado", como ha indicado el abogado Damián Vázquez, encargado de presentar la denuncia a través de los servicios jurídicos de la Asociación 'El Defensor del Paciente'.
Así, en el relato cronológico de los hechos se indica que los cuerpos llegaron el mismo día pero a distintas horas al IML, se le practicaron las autopsias pertinentes y al día siguiente se hizo entrega del cuerpo erróneo --el del hombre-- a la familia de Barbate, sin que entonces se notase el intercambio. Así, el cuerpo del malagueño, que debía ser enterrado, fue incinerado al ser confundido con el de la mujer.
El IML sitúa el error "en el momento en el que el técnico en anatomía patológica hace entrega del cadáver de hombre en lugar de entregar el cadáver de la mujer a operarios de la funeraria --de Barbate-- sin llevarse a cabo la confirmación de identidad del cuerpo retirado mediante comprobación de datos recogidos en la leyenda del sudario o en la cremallera de cierre del mismo, así como la pulsera identificativa".
Además, se señala que tampoco se lleva a cabo "un simple reconocimiento visual, a pesar de quedar registrada documentalmente tanto la firma del técnico en anatomía patológica que entrega el cadáver como del operario de funeraria que lo recepciona y procede a su traslado al tanatorio de Barbate para incineración".
Así, se advierte que "procedieron a firmar en el documento de salida y entrega de cuerpos del Servicio de Patología que habían realizado el protocolo de identidad cuando no lo hicieron, entregando el cuerpo de un hombre en vez del cuerpo de una mujer".
El error en la identificación se evidenció un día después del intercambio en el Servicio de Patología Forense del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Cádiz, cuando debía entregarse el cuerpo del hombre a la funeraria para su traslado a Málaga, y notando entonces que era el de la mujer de Barbate.
Según consta en la denuncia presentada por la familia del hombre, el 21 de octubre la hija menor recibe una llamada del director del IML de Cádiz que "le comunica que lamentablemente ha habido un doble error y el cuerpo de su padre le ha sido entregado a otra funeraria, quien lo ha llevado y entregado a otra familia, quien lo ha incinerado, contra los deseos de las denunciantes y su padre fallecido, que no querían que fuera incinerado bajo ningún concepto".
En la denuncia, el abogado que representa a la familia señala que "en el anatómico forense fue donde intercambiaron sus nombres y cadáveres, con el agravante de que ni siquiera eran del mismo sexo", así como que "la confusión se destapó cuando los empleados de la funeraria de Málaga descubrieron que el cadáver que iban a trasladar no era del hombre, sino de una mujer".
Ante esto se interpuso una reclamación de responsabilidad patrimonial administrativa en nombre de las hijas del fallecido, contra la Consejería de Justicia de la Junta de Andalucía, solicitando una indemnización por los daños y perjuicios sufridos por ambas.
"Este lamentable suceso evidencia una negligencia inexcusable por parte de las entidades responsables de la custodia e identificación de los fallecidos", ha manifestado el abogado Damián Vázquez en una nota.
"El propio informe del Instituto de Medicina Legal de Cádiz corrobora la cadena de fallos en los protocolos que ha sumido a esta familia en un profundo dolor", ha añadido, exigiendo que "se asuman las responsabilidades pertinentes y se compense adecuadamente a las hijas por el terrible daño infligido" al verlas privadas de "su derecho a un duelo digno y a respetar la última voluntad de su padre".
La reclamación interpuesta busca una indemnización que repare "los considerables daños morales y los perjuicios ocasionados a la familia como consecuencia directa de este error".