El Nazareno regresa a Santa María rodeado de una multitud de fieles tras 9 días de peregrinación

La cofradía ha celebrado una misión con motivo del Año Jubilar de la Esperanza
El Nazareno de Santa María pasó por la plaza de San Juan de Dios antes de adentrarse en su barrio
M. Huguet

La música flamenca y el carnaval acompañaron el caminar del Señor cuando llegó a su barrio

El Nazareno ya está de nuevo en su casa, en Santa María. Tras nueve días de asuencia en su barrio, el Señor ha regresado, y vestido como siempre, con la túnica morada. Rodeado de sus fieles, de sus devotos, de su gente, y de sus vecinos. Los que siempre están atentos a su puerta para entrar cada viernes y no faltar a su su cita en su capilla.

Tras salir de la iglesia de Santo Domingo, donde había permanecido junto a la Virgen del Rosario desde el viernes por la noche, la imagen salió el parihuela rodeado de un gran gentío, que esperaban ver a una de las imágenes más devocionales de la ciudad, regresar a su iglesia.

Un camino que lo llevó por la calle Plocia, pasando por la puerta de la antigua fábrica de tabacos, y por San Juan de Dios, junto a la fachada del Ayuntamiento de Cádiz. 

El primer momento de oración se vivió a las puertas de la iglesia de San Juan de Dios, donde los hermanos de la Santa Caridad esperaban a la imagen del Señor.

Y, abandonar la calle San Juan de Dios, el Regidor Perpetuo entró en su barrio, y se desató la alegría en forma de cantes. Saetas, guitarras y bandurrias, flamenco, y carnaval, y, por supuesto, los vivas y los oles al Señor que de nuevo volvía a pasear por las calles de su barrio.

Una llegada que se retrasó según el horario previsto y que contó con el acompañamiento del alcalde, Bruno García, junto a los representantes del PSOE Óscar Torres y Manuel Márquez, y del presidente del Consejo, Juan Carlos Jurado. La música, desde el inicio, la puso la camerata de la agrupación musical Polillas,

Un regreso esperado después de la ausencia del vecino más señero de Santa María durante más de una semana, pero que ha permitido que la imagen del Nazareno haya repartido esperanza en lugares a los que nunca había llegado, especialmente, a los enfermos y sus familiares que se encuentran en el hospital Puerta del Mar.