Nueve detenidos de una organización que utilizaba drones para el tráfico de drogas en el Estrecho
En total han sido intervenidos ocho drones artesanales listos para su uso y otros diez en preparación.
Agentes de la Guardia Civil han detenido a nueve personas de una organización criminal dedicada a la introducción de hachís desde Marruecos a través del Estrecho mediante el uso de drones artesanales ensamblados por los propios integrantes del grupo, despegando desde Alcalá de los Gazules. La operación, de nombre 'Ruche', ha sido desarrollada junto a la Gendarmería Real de Marruecos tras ser detectados diversos vuelos no identificados entre ambos países.
Según ha explicado la Guardia Civil en una nota, en total han sido intervenidos ocho drones artesanales listos para su uso y otros diez en preparación. Asimismo, ha indicado que desde el inicio de los avistamientos los guardias civiles observaron que se trataba de drones de ala fija con capacidad para volar distancias de más de 200 kilómetros.
La investigación permitió detectar que los drones despegaban desde Alcalá de los Gazules, donde la organización disponía de un centro de operaciones en un domicilio. Allí se almacenaban los equipos y se procedía a la fabricación, ensamblaje y reparación de los drones utilizados contando con un sofisticado taller.
El grupo, según ha explicado la Guardia Civil, operaba habitualmente durante la madrugada, aprovechando las condiciones meteorológicas favorables y la escasa visibilidad. Así, desde una zona apartada en el campo en la misma localidad de Alcalá de los Gazules se lanzaban hasta diez drones simultáneamente que volaban hasta Marruecos para ser cargados con la droga.
Posteriormente, durante el trayecto de regreso, los drones liberaban la carga en la zona de Vejer de la Frontera y Tarifa gracias a unos mecanismos fabricados por los especialistas de la organización que permitían liberar el hachís durante el vuelo.
Además, a los paquetes liberados se le adherían luminosos fluorescentes y un sistema de geolocalización enlazado por radiofrecuencias a un mando que emitía señales sonoras cuando se encontraba en las proximidades. Debido a la escasa visibilidad de madrugada, los encargados de la recogida de la droga hacían uso de un visor nocturno con el que podían detectar con mayor facilidad el luminoso fluorescente colocado en los paquetes.
Una vez recogida la droga, era trasladada a casas rurales alquiladas, empleadas como guarderías temporales para evitar sospechas y asegurar la distribución posterior.
Por su parte, tras soltar la carga, los drones continuaban en su vuelo hasta alcanzar el punto de aterrizaje de nuevo en Alcalá, donde eran recuperados por otros miembros de la organización apostados en la zona.
ALTA CAPACIDAD OPERATIVA Y ESPECIALIZACIÓN TÉCNICA
Según ha indicado la Guardia Civil, la organización criminal realizaba introducciones de droga de manera casi diaria, adaptando su operativa a las condiciones meteorológicas. En los días de viento débil, el grupo activaba su infraestructura logística y desarrollaba vuelos nocturnos continuados entre Marruecos y la provincia de Cádiz.
Durante cada una de estas jornadas, hasta diez drones se mantenían simultáneamente en el aire, realizando varios viajes sucesivos para transportar la droga desde territorio marroquí. De esta manera, la organización conseguía introducir en una sola noche alrededor de 200 kilos de hachís.
La Guardia Civil ha explicado que aunque la estructura genérica y los componentes principales de las aeronaves eran adquiridas a empresas de origen asiático, posteriormente se modificaban en el taller de la organización en Alcalá de los Gazules para dotarlos de mayor autonomía, resistencia y capacidad de carga. Por su parte, los especialistas en medios técnicos de la organización adaptaban los sistemas electrónicos y reforzaban los fuselajes con materiales ligeros, consiguiendo modelos únicos de alta eficacia para el transporte de droga.
Además, la Guardia Civil ha apuntado que en el momento de la explotación de la operación, se comprobó que los encargados de la logística y mantenimiento de los drones habían adquirido un elevado número de nuevos aparatos, aún en sus cajas de origen, pendientes de montaje y puesta a punto. Actualmente estaban en proceso de montaje otros diez nuevos drones.
Los agentes han constatado que los principales responsables de la fabricación y mantenimiento de los drones poseían una elevada cualificación técnica en sistemas de vuelo remoto, ensamblaje de componentes y modificación de estructuras, según ha señalado la Guardia Civil, que añadido que la organización ha sido capaz de desarrollar aparatos artesanales de gran autonomía, precisión y capacidad de carga, muy superiores a los modelos comerciales convencionales.
PRIMERA APREHENSIÓN
Durante la fase de investigación, y con el fin de corroborar los indicios obtenidos, el pasado 22 de octubre se estableció un dispositivo que permitió interceptar un vehículo de la organización que transportaba una partida de hachís que previamente habían trasladado con los drones desde Marruecos.
El conductor, que trató de eludir el control policial, fue detenido tras una persecución. En el interior del vehículo se localizaron 57,2 kilos de hachís. Durante la persecución se produjo un accidente en el que varios agentes sufrieron heridas de diversa consideración incluso requiriendo la intervención quirúrgica de uno de ellos.
Con estos resultados, y una vez identificadas las localizaciones y la infraestructura de la red, este lunes 10 de noviembre se ha realizado la fase de explotación de la operación, con cinco registros en las localidades de Alcalá de los Gazules, Vejer de la Frontera, Algeciras y San Roque.
El operativo se ha saldado con la detención de otros ocho integrantes de la organización y la intervención de más de 150 kilos de hachís, 320.000 euros en efectivo, ocho drones artesanales completos y otros diez en proceso de montaje, junto con repuestos, herramientas y equipos electrónicos para su ensamblaje y control, según ha explicado la Guardia Civil.
La investigación ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción número 4 de Algeciras y coordinada por la Fiscalía Antidroga del Campo de Gibraltar. Asimismo, la operación ha sido coordinada con la agencia europea Europol, lo que ha permitido el intercambio información durante toda la investigación con distintos países de la Unión Europea.
