La cultura se vuelve a readaptar a las nuevas restricciones
Cuando aún no se había recuperado de las últimas medidas que limitaban su desarrollo, el sector debe modificar sus horarios y programaciones, al menos durante los próximos 15 días.
A través de las redes sociales o con comunicados, a lo largo de todo el martes y durante esta semana, las instituciones y gestores culturales de la ciudad anuncian los cambios, a los que están siendo obligados por las últimas medidas tomadas por la Junta de Andalucía en su lucha contra la COVID-19.
La restricción horaria general y la no disposición como esencial de la cultura, han provocado que locales como el Café Teatro Pay-Pay o Serendipia hayan anunciado que las actuaciones en programa se adelanten, incluso a las 15.30 de la tarde. El mismo escenario viven los teatros municipales. Desde el Ayuntamiento se afronta una replanificación de la programación, con lo que se barajan sesiones matinales los fines de semana o el adelanto de espectáculos, como el de Eduardo Guerrero, el próximo 14 de noviembre, que ya se ha fijado para las 16 de la tarde. Lo mismo ocurrirá con la Tía Norica y la Central Lechera, que se encuentran en negociación con cada artista.
En este sentido, uno de los eventos que más afectado se verá será el Festival de Música Manuel de Falla que comenzará este 12 de noviembre, hasta el 29 del mismo mes. Desde la Junta de Andalucía se ha confirmado que no cesará la actividad, pero eso sí, se producirán algunos cambios que ya se encuentran, en su mayoría, publicados en la web del Festival.
https://www.juntadeandalucia.es/cultura/aaiicc/festival-musica-cadiz/
Respecto a otros centros culturales, las bibliotecas (municipales como provincial) cerrarán a partir de las 18, desde por la mañana en horario ininterrumpido. Lo mismo ocurrirá con los espacios expositivos que permanecerán abiertos hasta esa misma hora limítrofe. En relación a la Báskula y su programación de conciertos, ya se está trabajando en el adelanto a las 16 de la tarde para facilitar la asistencia.
Todo ello, por supuesto, sin olvidar las actuaciones de prevención y seguridad que se realizan desde hace meses, como la preasignación de los asientos, la obligatoriedad de las mascarillas, el aforo limitado o la entrada y salida coordinadas de los espectadores. Se suma ahora un nuevo esfuerzo por parte del sector de la cultura que, viviendo unos de sus peores momentos, no ceja en el empeño de seguir creando.
