Igualdad pone en marcha la segunda fase de la tarjeta monedero en la provincia con un presupuesto de 744.000 euros
La capital gaditana destaca entre otras localidades por la cantidad de solicitudes para estas nuevas tarjetas, que han comenzado a repartirse desde el 16 de febrero, dirigidas a las familias con menos recursos económicos y para que puedan adquirir productos de alimentación e higiene en supermercados y tiendas de proximidad
La Junta de Andalucía ha puesto en marcha la segunda fase del programa Tarjetas Monedero. Se extiende así este programa extraordinario para el apoyo económico a las familias que peor lo están pasando a causa de la crisis sobrevenida por la pandemia.
En esta ocasión, la provincia de Cádiz contará con 744.000 euros de presupuesto para repartir a los vecinos en situación más vulnerable. En cuanto al número de solicitudes, la capital gaditana destaca junto a Jerez, San Fernando, Conil, Vejer y Algeciras. Las tarjetas son recargables, contando con 150 o 250 euros en función de la tipología familiar y menores al cargo.
Los servicios sociales municipales seleccionan a los beneficiarios y Cruz Roja se encarga de repartir las tarjetas bancarias, que se usan solo en supermercados y tiendas de proximidad y de forma discreta, evitando la doble victimización de los afectados.
El pasado mes de junio, se activaba la primera fase de esta iniciativa, que supuso el reparto en Cádiz capital de hasta 418 tarjetas monedero, 2.347 a nivel provincial, con más 7.060 recargas. Esta fase inicial contó con un presupuesto cercano a los dos millones de euros.
La segunda fase del proyecto ha comenzado el 15 de febrero, fecha desde la que se han repartido ya 50 nuevas tarjetas monedero en la capital gaditana.
Este programa está sirviendo de palanca para la definitiva puesta en marcha del Registro Andaluz de Prestaciones, según ha informado la delegada territorial de Igualdad, Ana Fidalgo. Se trata de una aplicación a la que se están adhiriendo junto a Cruz Roja y otras entidades, ayuntamientos y diputaciones. Una herramienta que hará posible la Historia Social Única, con una base de datos unificada de cara a optimizar la atención a personas usuarias, y los recursos económicos de los que se puede disponer.