La ONCE entregó 4 perros guías durante la pandemia en Cádiz
Cheto, un ejemplar de labrador retriever , ha cambiado la vida de Eva.
Cheto recibió desde cachorro un exhaustivo adiestramiento en el centro de la Fundación Once (localizado en Boadilla del Monte), y pasó por una familia de acogida para su aprendizaje en capacidades de socialización, antes de recibir su aprobación para ejercer su labor.
Posteriormente, realizaron una serie de pruebas para garantizar la mayor compatibilidad posible, que ofrece resultados muy fiables. Eva se desplazó al centro, y convivió durante 21 días con su compañero para simular las situaciones que deberán afrontar en su vida diaria.
Aunque nadie estaba preparado para enfrentar una pandemia, y dejó algunas pequeñas secuelas que no afectaron a su destreza. Cada dos meses recibe la visita de un instructor para ver su evolución.
Eva reconoce sentir plena confianza en Cheto.
Cada día la sociedad avanza en su compromiso por la sensibilidad universal en aras de mejorar y facilitar la movilidad de personas invidentes o con alguna discapacidad. Aunque sigue habiendo trabajo por hacer.
La normativa vigente en la comunidad andaluza permite el acceso de los perros guías a cualquier lugar para acceder con su acompañante. Y aunque cada vez son menos los casos se ha dado algún episodio incómodo.
Y realizamos una importante advertencia. Es muy probable que si nos encontramos a alguno de estos canes despierten nuestra intención de lanzarnos a acariciarlos. Si portan el arnés significa que están efectuando su labor de guía, y no debemos distraerlos por el perjuicio que puede ocasionar en el trabajo que esté desempeñando.
La crisis sanitaria y las limitaciones de movilidad han impedido que puedan cumplir un deseo pendiente.
Cheto ha cambiado la vida de Eva, y anima a que otras personas con necesidades acojan a otros compañeros guías.
Una muestra más de que el perro es y será siempre nuestro mejor amigo.