La comunidad armenia vuelve al Nazareno para agradecerle sus favores

Cuenta la historia que el 16 de febrero de 1684 se firma en Madrid un Real Despacho, que se publicaría en Cádiz el 17 de Marzo, por el que el rey Carlos II ordenada la expulsión de todos los lugares del reino a los armenios que en él estuvieran establecidos, dándoseles un plazo de seis meses para que abandonar el país.

Una noticia que dejó en la desesperación a los armenios que vivían en Cádiz, que reaccionaron rápidamente e hicieron llegar al Rey una apelación en la que manifestaban su condición de católicos practicantes, basándose para ello en su pertenencia a la cofradía de Jesús Nazareno y en los donativos que en ella habían realizado.

Entre ellas, la pila de agua bendita donada a la capilla por el armenio David Zúcar realizada en mármol blanco genovés 

Antes, la colección de azulejos holandeses donados por los hermanos David, Pablo y Jácome de Zúcar, y que se colocaron entre 1670 y 1679.

Tras esta apelación, el Rey se les concedió a los armenios de Cádiz, licencia para residir en la ciudad siempre que mantuvieran la condición descrita en la apelación, lo que hizo que redactaran un documento notarial en la que continuarían, como agradecimiento, perteneciendo a la cofradía y a favorecerla económicamente, situación que se mantuvo hasta poco después de 1741 en el que se perdió quizás motivado por la progresiva integración en la sociedad gaditana.

Aquello se interpretó como un milagro del Señor de Cádiz y desde entonces, la comunidad armenia acude cada año a agradecer aquella intersección por sus antepasados.

Una visita que se ha producido en la mañana de este domingo, donde una amplia representación de armenios ha acudido esta mañana a la capilla del Nazareno para participar en una eucaristía presidida por el padre Aquiles López, director espiritual de la cofradía. 

Una misa en donde se han escuchado las lecturas en armenio, dando así más valor a la vinculación de esta comunidad con la cofradía del Nazareno.