La muestra ¡Qué Rico, Dios Mío! permanece abierta en la Fundación Cajasol
La entidad la ha organizado de nuevo junto a la Archicofradía del Carmen
La Navidad es una época de reencuentros en donde la mesa juega un papel muy importante. No sólo por los menús que se preparan en la cocinas de las casas gaditanas, sino por el postre, los dulces.
Por eso, y desde hace más de dos décadas, se celebra la muestra de dulces de conventos de clausura 'Qué Rico, Dios Mío!', que se inauguró en el Palacio provincial y que desde hace unos años la acoge la Fundación Cajasol.
Pestiños, yemas, galletas, magdalenas, polvorones y alfajores que vienen de los conventos de Arcos, El Puerto de Santa María, Sanlúcar o Medina Sidonia.
Todos dulces elaborados a mano por las monjas de clausura de estos conventos que están a la venta en la sede de la Fundación, en la plaza de San Antonio, y que cuenta con la colaboración de la Archicofradía del Carmen de Cádiz.
Así, hasta el domingo, de 11 a 14 horas y de 18 a 21 horas, estarán a disposición de todos los amantes de estos dulces de una gran variedad para disfrutar en estas fiestas, además de estar colaborando con los distintos conventos de clausura, del que depende su mantenimiento de la venta de estos productos en Navidad, y durante todo el año.