La cripta de la Catedral se engrandece con el monumento del Jueves Santo

Las obras de La Roldana están expuestas tras una vitrina especial
Uno de los brazos de la cripta será la exposición permanente del monumento del Jueves Santo
Mayte Huguet

El Cabildo Catedral ha recuperado el Monumento del Jueves Santo de Torcuato Cayón para su exposición permanente.

En la cripta de la Seo ya se puede conocer los detalles de la maqueta de su creador y de algunas de las imágenes que se han recuperado que pertenecían al monumento, obras de Luisa Roldán o Domenico Giscardi, entre otros.

Que Cádiz vivía las fiestas religiosas con gran esplendor no es ningún secreto.

En la nostalgia aún quedan aquellas celebraciones del Corpus Christi.

Pero también la celebración de la Semana Santa se vivía de otra manera diferente.

Y eso se descubre en el monumento del Jueves Santo diseñado por Torcuato Cayón, y del que hoy nos queda su maqueta.

Una maqueta que ahora forma parte de una exposición permanente en la cripta de la Catedral de Cádiz, acompañada con algunas de las imágenes que formaban parte de aquel magno monumento de más de 15 metros de altura y que han sido recuperadas por Ars Nova.

Ángeles y profetas con la firma de Domenico Giscardi, Pedro Laboria o Francisco Caballero, y bellos angelitos de Luisa Roldán.

Todo, en uno de los brazos de la cripta de la catedral que se ha convertido en una galería museística en la que el Cabildo Catedral ha invertido más 45.000 euros, a lo que se suma el coste de la recuperación del patrimonio.

En esta nueva sala se descubre cómo su construcción es anterior a la de la actual Catedral, el año 1781, y que se levantó, en su origen, en el torreón del Sagrario de la iglesia de Santa Cruz, la antigua Catedral.

Un monumento que dejó de levantarse en los años 40 del anterior siglo al cambiar la liturgia tras el Concilio Vaticano II.

Pero unas piezas, la de la maqueta y las imágenes recuperadas de los ángeles que formaban parte del cuerpo principal, los erguidos, para las esquinas del cuerpo principal, los profetas que lo rodeaban y los ángeles sedentes de la Roldana, que nos redescubren a un Cádiz grandioso.