María la Hierbabuena, eterna para Cádiz y su Carnaval
El Ayuntamiento descubre una placa con su nombre dándole nombre a la calle en la trasera del Gran Teatro Falla, donde la viñera tantas noches animó a todas las agrupaciones que actuaban en el Concurso
La historia de la ciudad la hacen las personas, y María del Carmen Llovert forma parte de la historia de Cádiz.
Una gaditana, del barrio de La Viña, amante del Carnaval y de sus coplas, que durante décadas no faltó al Concurso de Agrupaciones, ni en el Falla ni el Teatro Andalucía.
De voz nació uno de los gritos más conocidos, no solo de la Fiesta, sino también, de Cádiz.
"Ole ole mi Cadi, lo digo a boca llena, y el que no diga ole que se le seque la Hierbabuena". Una frase que no pocos gaditanos han gritado alguna vez y que le valió a María del Carmen a que hoy se la siga recordando como María La Hierbabuena.
Un recuerdo que 7 años después sigue estando presente, y que desde este sábado es eterno.
Su nombre ha quedado inmortalizado en una calle. Pero no es una calle cualquiera, sino por la que pasan todas las agrupaciones antes de entrar, cada año, en el Gran Teatro Falla para cantar sus coplas.
La calle de la trasera del Falla, la de la puerta de carros. Esa es desde hoy la calle María La Hierbabuena.
Al mediodía la familia ha estado presente en este acto que ha sido presentado por el conocido Germán García, y que ha contado con la presencia del alcalde, Bruno García, acompañado de varios miembros del equipo de Gobierno, entre ellas, la concejala delegada de Fiestas, Beatriz Garduño.
Pero también han estado presentes los representantes del resto de partidos políticos que forman parte del hemiciclo munucipal, José Macías por el PSOE, y David de la Cruz y Lola Cazalilla por Adelante Izquierda Gaditana.
El alcalde ha señalado que esta placa es un homenaje a la ciudad de Cádiz, y que se lo ha hecho, "no solo el equipo de Gobierno anterior, sino todos las corporaciones que han pasado por el Ayuntamiento y que tuvieron el privilegio de conocer a María La Hierbabuena".
García añadió que "estos actos son los que unen a la ciudad, y al Carnaval, porque, además, se recuerda a la gente buena. Y en su caso, a una aficionada inmortal. De ella no solo nos quedará su grito de guerra, sino también su manera de ser, y que fue una gran persona".
En representación de la familia de María habló su hija Pepi Franco Llovert, que recordó a su madre muy emocionada, y como ella les metió "el Carnaval en vena a sus 6 hijos". Se acordó de cuando no había dinero para comprar entradas, cómo María traía a sus hijos a la trasera del Falla para que viesen entrar a las agrupaciones, "y cuando ya hubo dinero, las colas que hizo para conseguir entradas. Ella ya tuvo su palco cuando estuvo enferma que el Ayuntamiento en reconocimiento, y como trabajadora municipal, le cedió dos entradas, para ella y para uno de sus hijos, en el palco que hoy lleva su nombre".
Un acto que finalizó con la actuación de la chirigota del Sheriff, que cantó un pasodoble dedicado a María La Hierbabuena y otras coplas más, y de dos de sus hijas cantando un pasodoble a su madre y un cuplé escrito por Felipe Scapachinni.