Plocia dice adiós a los sándwich de pollo y los pontys de La Huella
La hamburguesería La Huella ha cerrado las puertas. Después de 35 años cocinando hamburguesas, sandwichs y pontys para generaciones de gaditanos.
Uno de los establecimientos más emblemáticos de la ciudad que deja como herencia a su cocinero en el barrio de Santo Tomás.
Las sillas blancas de La Huella ya no verán pasar a más gaditanos.
Ya no habrá más noches de Carnaval que acaben en Plocia ni tampoco un sándwich de pollo ayudará a quitar en la Madrugada del Viernes Santo junto a San Juan de Dios.
Y es que La Huella ha echado el cierre. Y para siempre.
Este establecimiento, que abrió sus puertas en el año 1988 de la mano de Manolo y Sergio, cierra por jubilación después de 35 años sirviendo a generaciones de gaditano.
Primero lo hicieron en un pequeño local de Plocia, frente a la antigua casa de hermandad de Cigarreras. Después, se trasldararon a lo que es hoy La Bodeguita, y después, al principio de la calle, a escasos metros de la plaza de San Juan de Dios.
Un lugar mítico que tomaba el testigo en la ciudad de la también desaparecida hamburguesería Saray, que tuvo hasta 8 establecimientos en Cádiz.
Una hamburguería con un sabor especial, y que conseguía a enganchar a todo el que la probaba.
Y es que su sabor seguirá siendo inconfundible, y que solo se podrá seguir reconocimiento en la calle Santo Tomás, en la hamburguesería Brookly.
El cierre de La Huella se une a otros tantos establecimientos que ya solo recordamos en fotografías. No solo Saray, sino Curro el Cojo, Baro, El Barril, el antiguo Anteojo, La Caleta, la Palma del Hondillo, la cafetería Viena o La Camelia, el Novelty, Joselito o el Savoy, entre otros muchos.
Con el cierre de este establecimiento se cierra el libro en donde cientos de gaditanos han ido escribiendo momentos de su vida en donde La Huella fue el mejor escenario.