El obispo de Cádiz pide a las instituciones políticas que trabajen unidas para trabajar por la realidad migratoria
Rafael Zornoza preside en la Catedral de Cádiz la eucaristía por el Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2024
La Iglesia Católica ha celebrado este domingo la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2024, presidiendo el obispo de Cádiz una eucaristía en la Catedral de Cádiz para su conmemoración.
Una misa que ha estado amenizada con cantos y bailes típicos africanos, y que ha contado con la participación de los agentes y voluntarios de la pastoral diocesana de Migraciones y de numerosos migrantes que residen en la diócesis, con banderas de sus países de origen.
Durante la ceremonia el obispo ha asegurado que "en esta jornada la Iglesia nos recuerda esta misión tan importante de caridad y de respuesta cristiana a la realidad migratoria, que llega a ser una circunstancia que marca la vida contemporánea y que muchas veces es problemática. La Iglesia defiende siempre el derecho a emigrar y a no emigrar. Cuántos quisieran ejercer el derecho a no emigrar, pero no pueden seguir viviendo en algunas circunstancias".
Zornoza también ha querido poner su mirada en aquellos que tienen la posibilidad de solucionar los problemas de la emigración, los gobiernos de los distintos países del mundo. "Por lo que se ve, por las carencias, por los atropellos, la forma en que se hace y las consecuencias que tiene, no está suficientemente resuelto ni atendido por quienes tienen en su mano el poder de los pueblos y pueden dar soluciones políticas. A ellos hay que pedir siempre en nombre propio, como ciudadanos, que velen por esta situación, que daría, en el fondo, una estabilidad a los pueblos que salen de sus casas y a aquellos países que los reciben, y así se haría un mundo mejor".