El Hospital de Puerto Real comienza a realizar sus primeros implantes de válvulas cardíacas por vía percutánea
Se trata de la inserción de la válvula a través de un catéter por el aparato circulatorio, sin tener que abrir el tórax del paciente, aportando mayor seguridad y una más pronta recuperación.
La Unidad de Cardiología del Hospital Universitario de Puerto Real ha realizado con éxito sus primeras intervenciones de implantes de válvula aórtica por vía percutánea.
Unas operaciones que han sido realizadas por un equipo de profesionales coordinados por el jefe de Cardiología del centro, el doctor Francisco José Morales y los cirujanos cardiovasculares Tomás Daroca y Miguel Ángel Gómez, del Hospital Universitario Puerta del Mar.
Han participado también los enfermeros Juan Carlos Rubio, Hugo Camacho y Mercedes Ripoll, así como el anestesista Alberto García.
Con esta ampliación de la cartera de servicios en cardiología, los pacientes no tendrán que desplazarse a otros hospitales, beneficiándose de una cirugía que además, aporta gran seguridad y permite una recuperación, por lo general, muy rápida.
El procedimiento utilizado se llama TAVI, del inglés Transcatheter Aortic Valve Implantion, consistente en el cambio de la válcula aórtica dañada por otra nueva sin necesidad de realizar cirugía abierta al paciente. Para ello, se introducen catéteres a través de pequeñas incisiones, habitualmente a nivel femoral, desde la ingle.
Esta intervención se realiza a pacientes con estenosis aórtica severa, que es un estrechamiento de la válvula aórtica que impide el correcto flujo de sangre desde el corazón hacia la aorta y de ahí al resto del cuerpo.
Se introduce una prótesis aórtica biológica a través de un catéter, que sube desde la ingle del paciente hasta el corazón, la nueva válvula se coloca expandiéndose sobre la que tiene dañada el paciente, permitiendo restaurar el adecuado flujo sanguíneo.
Las operaciones se han iniciado en colaboración con los especialistas del hospital Puerta del Mar de Cádiz en un modelo colaborativo denominado “Heart-Team” de decisión y actuación, incluyendo cardiólogos hemodinamistas, así como clínicos, cirujanos cardiovasculares, intensivistas y anestesistas, contando, por supuesto, con el apoyo de especialistas de imagen cardíaca y enfermeros especializados en intervencionismo y cuidados cardiológicos.