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Mostradores de luz en los barrios gaditanos

Una dependienta de una panadería en el centro de la ciudad
Una dependienta de una panadería en el centro de la ciudad
Laura Jurado

Almacenes y negocios hosteleros atendieron a la ciudadanía con cuentas abiertas por falta de efectivo y hasta agotar existencias. 

La solidaridad vuelve a brillar en Cádiz en tiempos de oscuridad. Los pequeños comercios y bares fueron ayer islas de luz para la ciudadanía, que acudía en masa para adquirir comida o productos de primera necesidad. Es el caso de la panadería 'El mitin', en la calle Sacramento, en pleno centro histórico, que mantuvo abierta su baraja hasta agostar existencias con la venta de pan, empanadas y productos de alimentación de todo tipo. Un servicio prestado desde la vocación de barrio, ya que el negocio ofrecía la posibilidad a sus clientes de abrir cuentas ante la falta de efectivo.

Mientras, en la otra punta de la ciudad, el Bar Zona Franca daba el almuerzo a decenas de trabajadores que vieron en su barra y en su plancha encendida con gas una oportunidad de almuerzo. Ante la falta de frío en las neveras, el negocio hostelero opto por bañeras de hielo para la bebida.

La encargada del restaurante, Susana Bernal, asegura que la caja afronta pérdidas a causa del apagón. En este línea, incide en que las consecuencias económicas no han ido a más por el aguante de las cámaras frigoríficas. Un balance de la situación que refrenda el presidente de la Asociación de Hosteleros de Cádiz, Antonio de María.

Una vez más, en tiempos de crisis, la ayuda y colaboración ciudadana salva del desastre. Una oleada de solidaridad en tiempos de oscuridad en una ciudad que brilla por su capacidad de resiliencia.

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