Ofrenda floral a la Patrona

Con motivo de la festividad de la Virgen del Rosario, un año más vuelven los nardos para la Virgen, y, o alimentos, o una donación que irá destinada este año a las Hermanas de la Cruz. Se renueva este acto desde 78 años con motivo de la coronación canónica de la Virgen del Rosario y que los dominicos siguen manteniendo.
Desde las cuesta de las Calesas o en Plocia, se escucha cada principio de octubre un bullicio especial. Gritos, risas y conversaciones que componen una música única y diferente para la Virgen. Una canción a la que le pone la letra y el ritmo los cientos de niños y niñas que cada año se acercan hasta la iglesia de Santo Domingo con su nardo en la mano. Un nardo que, en cada vara, hay una petición, una ilusión y hasta un propósito que, para los más pequeños, se olvida cuando salen por la puerta principal del templo. Y otros que se llegan a cumplir por los más mayores.
Una tradición que ya ha cumplido 78 años y que sigue perdurando en el tiempo gracias al fraile dominico Pascual Saturio.
Él es el que cada año recibe a los centros educativos y también a las personas que viven en los centros de mayores a los pies de la Patrona.
Los mayores son los que viven este encuentro de manera muy especial. Ellos comienzan a sumar sus recuerdos desde que eran pequeños y lo que han vivido, durante décadas, junto a la Virgen del Rosario.
Pero los pequeños son los que empiezan a sumar. Los que han comenzado a marcar en su calendario las vísperas de la fiesta de la Patrona para acercarse hasta Santo Domingo. Los que saben que cada mes de octubre hay que comprar un nardo. Los que comienzan a tomar conciencia que la del Rosario es su Patrona.
Más de una veintena de colegios y centros han pasado este 2025 por el convento. Eso sí, y como dice el padre Pascual, cada vez hay menos niños por la baja natalidad. Pero nunca faltan los gaditanos y gaditanas de cualquier edad que siguen cada año, y desde hace siglos, acercándose al Compás para ver, un octubre más, a su Patrona.