El astillero de Cádiz inicia el año con buenas perspectivas y carga de trabajo
Tras la imprevista reparación del Queen Victoria, la planta gaditana inicia su calendario de encargos previstos con la varada técnica del primer crucero de la Royal Caribbean
El dique 4 del astillero gaditano vuelve a estar ocupado. El nuevo huésped, aunque ya es un habitual en la planta gaditana, llegaba en la tarde del lunes: El Independence of the Seas.
Este imponente crucero de la Royal Caribbean, de casi 340 metros de eslora y con capacidad para más de 4300 pasajeros y 1.300 miembros de tripulación, hace escala para someterse a una nueva varada técnica.
Lo hace después de su última visita al astillero de la capital en junio de 2019 y lo hace para una revisión general que lo mantendrá varado en dique unas 3 semanas.
Esta revisión forma parte del programa previsto que se ha establecido con la naviera norteamericana y que continuará inmediatamente abandone este buque el dique para ser ocupado por su hermano el Explorer of the Seas.
Estos buques, junto a los trabajos en el Clipper Helen y el Orange Sky, que llegarán en las próximas semanas son los encargos que estaban previstos con mucha antelación para estrenar este arranque de 2023.
Sin embargo, a todos ellos se adelantó el pasado día 3, de manera inesperada, el Queen Victoria. Una avería en la hélice del buque de la naviera Cunard le obligó a saltarse su escala prevista en Lisboa y poner rumbo a Cádiz donde, en tiempo récord, el astillero pudo resolver el problema, incluso con el pasaje y la tripulación a bordo, demostrando una vez más sus enormes capacidades.