El astillero de Cádiz apuesta por un otoño pleno de actividad sin abandonar las reivindicaciones laborales

Un inicio de curso centrado en el pleno de actividad que no se vea comprometido por legítimas reivindicaciones laborales. 

O lo que es lo mismo: Exigencias máximas a la hora de denunciar los incumplimientos de convenio del metal y apoyo a las auxiliares pero sin provocar medidas extremas que pongan en riesgo la carga de trabajo y los empleos de esta industria estratégica de la Bahía.

Es el propósito que desde el astillero gaditano se ha expresado ante las enormes expectativas que se tienen para el próximo otoño y para despejar posibles amenazas de nuevos conflictos.

A pocas semanas de comenzar la temporada alta y retomarse la actividad estrella de los cruceros, desde la planta gaditana se ha querido insistir en que situaciones puntales de incumplimientos laborales deben resolverse a través de la mesa constituida al efecto o por vías legales pero sin condicionar ni poner en riesgo la actividad de la factoría. Así se ha vuelto a reclamar  desde el comité de empresa de Navantia Cádiz después de que ya se anunciara semanas atrás.

Este mensaje llega después de la experiencia negativa que originó el anuncio de huelga general del metal impulsada por la Coordinadora de Trabajadores del Metal y CGT que, aunque finalmente fue desconvocada,   provocó la cancelación de trabajos de tres barcos contratos, y casi la pérdida de otros 3. Una situación conflictiva que también motivó que desde las grandes navieras de cruceros se advirtiera de las repercusiones que podrían tener en la continuidad o suspensión de los trabajos contratados con el astillero.

De esta forma, y pese a estas advertencias previas, desde la planta gaditana se prefiere mirar al calendario en positivo con las miras puestas la llegada de faena en cadena de cruceros de las navieras Carnival  y Royal Caribbean a partir de octubre.