El superpoder del Drago
El Instituto gaditano inicia un nuevo curso académico con la puesta en marcha de proyectos enfocados en evolucionar en la calidad educativa y reforzar el componente social y emotivo.
Arranca un nuevo curso lectivo para los cerca de 700 estudiantes que han optado por empezar o seguir sus estudios secundarios en el Instituto Drago, un referente en la educación de la capital desde hace 35 años.
El centro bilingüe de Francés pone el foco en la calidad educativa con actividades relacionadas con el entorno y con el refuerzo del componente emocional. Su equipo directivo tiene como filosofía el despertar de los valores para formar adultos que encuentren el equilibrio entre sus competencias humanas y profesionales.
Con ese horizonte, nacen nuevas iniciativas este año que suponen una evolución del proyecto ‘El laberinto de las emociones’ una propuesta enmarcada dentro de la Red Andaluza ‘Escuela Espacio de Paz’ de la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional que los profesionales del centro han transformado y convertido en una oportunidad de crecimiento y conocimiento personal. Esta búsqueda por empatizar con los sentimientos de los jóvenes y ayudar a que controlen y gestionen sus emociones con actividades, proyectos y talleres ha obtenido el reconocimiento estatal además del provincial con los Premios Mentor, otorgados por La Voz de Cádiz a los valores educativos.
Pero la comunidad educativa del Drago no se conforma y en ese camino sin salida encuentra nuevas motivaciones para seguir hacia delante y profundizar en aspectos como la prevención y el cuidado de los adultos del futuro.
“Queremos que el instituto sea cada vez un poquito mejor y aumente la participación e implicación de las familias”, apunta su directora, María José Albarrán. Bajo esta premisa y dentro de este sendero de emociones este año verá la luz ‘Algo se cuece en el Drago’, una iniciativa para trabajar la coeducación y la igualdad fomentando la corresponsabilidad en las tareas del hogar y que implicará al alumnado, familiares y profesorado. Así, también está en el horno ‘Yo soy del Drago. Cuál es tu superpoder’, una actividad que usará las cartas para trabajar diferentes valores en toda la comunidad educativa para que al final del curso todos incluyan un nuevo poder en forma de habilidad social y emocional en la mochila.
Una maleta cargada a la que sumar un nuevo bolsillo, el voluntariado. La intención del equipo directivo es que nazca del centro con el contacto de diferentes entidades sociosanitarias de la capital para complementar la formación de los estudiantes.
La apuesta por el francés en el bilingüismo
Otra de los aspectos que caracteriza y distingue a este instituto a pie de playa es que es un centro bilingüe con el francés como primer idioma. Y es que, la apuesta por la enseñanza en doble lengua va también unida a la naturaleza de este centro mucho antes de que se implantará como norma. El alumnado obtiene el Bachibac, una doble titulación, el Bachiller español y el de Baccalauréat francés, que permite el acceso al sistema de enseñanza superior de ambos países.
La directora del instituto defiende esta opción como “algo que permite abrir la mente del alumnado y conocer la cultura vecina, un plus de calidad”. Insiste en que el inglés también forma parte del aprendizaje del instituto al ser una asignatura optativa obligatoria en Bachiller. Por lo que los estudiantes salen del centro con un buen nivel en ambos idiomas. En este sentido, la gerente educativa puntualiza que también imparten ingles como primer idioma en el ciclo de grado superior de Turismo.